GUADALAJARA.- El cantante Chak, que en dialecto maya significa rojo, se confiesa un "payaso frustrado". Durante su adolescencia aprendió las artes circenses, de ellas considera como su mejor enseñanza el desarrollo de un sentido del ritmo, que es en gran parte la base de los temas que integran su disco debut titulado Lo que vino, donde mezcla sonidos afrolatinos, son y pop.

Su nombre real es Carlos Enrique Hurtado Caravantes, pero su contacto con las raíces mexicanas lo ha hecho cambiar de nombre y ser un explorador de la cultura prehispánica. Chak fue malabarista y zanquero, pero una guitarra que recibió como obsequio, lo hizo dedicarse a la música. "Lo que quiero es explorar mucho el son mexicano, las fusiones. Siento muy dispersa la música popular, se está mirando mucho hacia el norte y creo que los latinoamericanos tenemos mucho qué buscar en nuestras raíces", explica Chak, que en Lo que vino, entrega sonidos que podrían ser calificados como world beat debido a la inclusión de una orquesta, ritmos de acento negro y letras influenciadas por la poesía prehispánica.

El proyecto del cantautor cobró forma al recibir el apoyo del productor italiano Ettore Grenci, quien lo escuchó en un café. "A todo mundo le gustaba lo que hacía, pero él fue el único valiente que se atrevió a grabarlo. Lo hicimos en Italia", recuerda Chak, que contó con la colaboración de Loris Ceroni (OV7) y músicos italianos. "Nunca pensé vender mis canciones ni grabarlas, pero me entró el gusanito de proponer música popular hecha con los huesos, para la panza y el corazón de la gente, con temas que tiene qué ver con el presente y el pasado de cualquiera", señala, el cantante, quien se confiesa mal estudiante e inspirado por su padre para expresar sus ideas a través de la escritura.

En Lo que vino hay historias llenas de imágenes, personajes míticos y personajes mágicos, todas envueltas con música rítmica. "Esta música viene de una calle que es cada vez más pobre, con más desintegración familiar y menos oportunidades. Quien escuche el disco va a encontrar trampas genéticas, cosas que tienen en las caderas y en la sangre, pero también quiero que reflexionen", apunta el cantautor, que acepta tener sugerencias de crítica social, pero evita dar claves. "Es música amigable y sobre todo conciliadora".

Chak asegura no buscar el éxito, incluso reconoce que sus canciones no son fáciles de digerir a pesar de estar dentro del ámbito pop y tiene un guía espiritual para evitar que sus pies se despeguen de la tierra. Después de lanzar su álbum de manera independiente, éste será editado por una disquera trasnacional que contribuirá en su lanzamiento fuera de México, donde ha existido interés por su trabajo. "Soy un hombre afortunado, tengo sueños y la mayoría no tenemos oportunidad de realizarlos, me siento contento que mi música puede ser voz para muchos" y con esa intención iniciará a finales de julio una serie de presentaciones con una banda de 12 músicos y un espectáculo con actos circenses para dar a conocer su música en todo el país.