Con el objetivo de permanecer por muchos años en el mercado discográfico el cantante Gabriel Navarro presenta su primer disco de balada ranchera, Blanco o negro , y, como dato curioso, destaca que todo el guardarropa de gala con el que se presentara perteneció al desaparecido Luis Aguilar, con quien mantuvo una breve pero fructífera amistad. Con una compañía discográfica independiente el joven, de 23 años, no quiere ser "llamarada de petate", y por más de un año trabajó en la producción de su disco, al que llama "extremadamente folclórico".

"En realidad Luis Aguilar era vecino de mis abuelos y, por azares del destino, me tocó llevarlo en alguna ocasión al aeropuerto. En el carro el señor insitió que yo debería de cantar a nivel profesional porque, a decir verdad, siempre me ha gustado la música, aunque en ese momento no tenía planes de grabar un álbum por miedo al fracaso. Al poco tiempo falleció Luis y su familia, más tarde decidió regalarme los trajes de charro que utilizó en sus películas más famosa. "Doña Rosario Galves me dijo que los cuidara, que sabía que iban a estar en buenas manos. Estos atuendos son hermosos y, durante 40 años, permanecieron en un closet especial donde estaban frescos. Imagínate lo que sentí al ponérmelos. Me quedaron a la perfección. De atrás ni sufrí porque Luis, como yo, no tenía pompis . Además, de joven era talla 32 de cintura".

Nuestro entrevistado se siente agradecido por el acto de la familia de Luis Aguilar, pero también considera un golpe de suerte el hecho de que Lucero León (madre de Lucero), sea su manager personal. Ahora que Gabriel Navarro inicie la promoción en nuestro país extrañará muchas de sus actividades, como el ser entrenador profesional de perros. "Me gusta mi trabajo y trataré de compaginar mis pasatiempos con mi carrera de cantante".