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Más de tres horas de rock bohemio con Bunbury y Calamaro

Ángel Caballero| El Universal
02:08México | Domingo 19 de octubre de 2014
El dueto Bunbury-Calamaro enton canciones como

UNIDOS. El dueto Bunbury-Calamaro entonó canciones como "Estadio Azteca", "Apuesta por el rock 'n' roll" y "Me calaste hondo". (Foto: GERMAN ESPINOSA / EL UNIVERSAL )

El espectáculo en el Foro Sol brindó momentos de melancolía ante la compañía de la lluvia y el recuerdo del músico Gustavo Cerati

Con un aforo totalmente envidiable para cualquier artista, en el Foro Sol se presentaron dos grandes de la música iberoamericana: Enrique Bunbury y Andrés Calamaro, y fue éste último quien después de la proyección de un breve videoclip comenzó la primera parte de este espectáculo que reunió a jóvenes, adultos y hasta familias enteras.

Clásicos como "Alta suciedad", "A los ojos" y "Crímenes perfectos", abrieron la presentación de 'El Salmón', como también se le conoce a Calamaro, quien fue ovacionado por un húmedo y prácticamente lleno Foro Sol, pese a que apenas unos minutos antes había caído una lluvia torrencial.

"Cuando no estas", "Rehenes" y "Bohemio" fueron las melodías de su más reciente álbum, y como algunos asistentes no sabían las letras comenzaron a platicar entre ellos.

"Vamos a invitar al escenario al artista del presente y del futuro, Juan Cirerol" y el músico, quien minutos antes fungió como telonero de Calamaro, apareció en la tarima para que juntos entonaran "Metanfeta", pese al amargo recibimiento que le dio el público.

"Mil horas" puso a bailar y cantar al unísono a los miles que se dieron cita, en una nublada noche que amenazaba con volver a llenarse de agua celestial.

Y así fue, la lluvia regresó al Foro Sol mientras "Out Put" sonaba y los espectadores empezaban a ponerse los improvisados impermeables que muchos recién habían adquirido por al rededor de 10 pesos, cerca del recinto.

"Hay que agradecer a Enrique porque gracias a él vamos a recorrer México de punta a punta" pidió Calamaro a sus fanáticos, además de felicitar a su tecladista, quien festejaba su cumpleaños ese día.

"Paloma" puso melancólico el show que estaba a punto de concluir del argentino Andrés, para dar paso al ibérico Enrique Bunbury; por lo que la mortuoria y rockerísima "Los chicos" cerró su presentación en solitario, no sin antes hacerle un breve homenaje a la voz de Soda Stereo, Gustavo Cerati, con algunas estrofas de "De música ligera".

Minutos después de las 22:00 horas el Foro Sol estaba expectante del que hace unos años fue el vocalista de Héroes del Silencio, y "Despierta" logró que todos los fanáticos de Enrique Bunbury se olvidaran del frío y la humedad para gritarle hasta más no poder.

"El club de los imposibles" puso a rockear a sus fanáticas quienes cantaban y bailaban con gran pasión. La clásica "Ódiame" le dio un toque muy mexicano a la presentación de este interprete nacido en Zaragoza, España.

Cuando Bunbury interpretó "El rescate" de su disco El Viaje a Ninguna Parte, una leve llovizna acompañó la melancolía de esa melodía.

La icónica voz de Bunbury se lució al máximo con "El hombre delgado que no flaquerá jamas", mientras solos de guitarra complementan a la perfección la canción.

"De todo el mundo" estuvo notablemente adornada por las luces de los celulares de los asistentes quienes además corearon en perfecta armonía. Después de presentar a los seis músicos que lo acompañaron en escena, Enrique entonó la que dijo era su ultima canción de la noche, "Lady Blue".

Pero la gente sabía que más emociones estaban por venir, y casi nadie se movió de sus lugares, y a los pocos segundos Calamaro y Bunbury salieron para interpretar "Sin documentos" y "Maldito duende", las cuales fueron cantadas por las casi 30 mil personas presentes.

El homenaje al recientemente fallecido Gustavo Cerati volvió a hacerse presente con "Crimen", canción de su álbum Ahí vamos y que en el 2007 obtuvo el Grammy Latino como Mejor Canción Rock.

Los primeros minutos del domingo ya estaban por iniciar, y el dueto Bunbury-Calamaro entonó canciones como "Estadio Azteca", "Apuesta por el rock 'n' roll" y "Me calaste hondo".

Cerraron con broche de oro, pues José Alfredo Jiménez se hizo presente en las voces de Calamaro y Bunbury, con "El hijo del pueblo", y entre gritos, chiflidos, alabanzas y aplausos el dueto se despidió de su público mexicano, quienes nunca dejaron de apoyarlos durante más de tres horas de espectacular rock bohemio.

jlc



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