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Casi 20 años después de que inició un sueño en la industria musical la cantante Amaia Montero ha evolucionado en su sonido e influencias. Para la española el afrontar la fama ha sido un suceso natural al que se ha tenido que acostumbrar de a poco.

“Es raro, yo era bastante adolescente cuando me pasó lo de la Oreja (su primera banda), es extraño pasar de una cosa (el anonimato) a la otra tan rápido, pero es cosa de ir aprendiendo a vivir con ello”, dijo la cantante a EL UNIVERSAL.

A punto de cumplir un año más de vida el 26 de agosto, se define como una mujer ilusionada que se siente bien después de tomarse un tiempo para ella misma y a punto de emprender una nueva etapa de la cual está orgullosa. “Tengo 38 años y me voy acercando a los 40, que no es la crisis ni nada. Considero que he hecho bastante cosas en mi vida y no puedo decir que no haya tenido hasta mis 38 una vida sin nada; me siento bien”, expresó.

Tras tres años de ausencia ha estado buscando un enfoque musical que se acople a su momento de vida; por lo que necesitaba un descanso para realizar su nuevo disco Si Dios quiere yo también, producido por Martín Terefé.

“Tres años han sido lo que he necesitado para descansar un poco y se me pasaron muy rápido. Llevo unos cuantos años sin parar enlazando disco tras disco y gira tras gira; necesitaba parar, hacer “reset” y pensar en qué experiencias quería basarme para escribir, qué es lo que había cambiado”, confiesa.

Amaia sabe que para escribir saca más jugo del desamor porque se inspira más cuando tiene el corazón roto y en este caso ha aprovechado para compartir algunas vivencias.

“En todo lo que digo, está Amaia mujer más que Amaia artista, cuando hablo siempre estoy dando mi punto de vista. La esencia se mantiene y creo que después de tantos años tener una evolución que es evidente ahora es importante”, reconoció la intérprete.

Desde que decidió abandonar la agrupación La Oreja de Van Gogh estaba arriesgando, pero es una persona propositiva y por ello adoptó la filosofía de vida que da nombre al álbum, de aceptar lo que el destino tiene preparado para su vida.

“Lo que tenga que pasar; a veces lo que nosotros pensamos que es lo mejor, en realidad es lo peor, y viceversa. No siempre se trata de desear que todo fuera bien.

“De las negativas siempre hay miedo; me da igual lo que digan pero si todo va mal y si oyes una cosa negativa y nada positivo, sí me afectaría; prefiero que todo vaya bien. Todo cabe en la vida, todo puede pasar pero en cualquier caso estoy muy contenta con el trabajo que he hecho y eso nadie me lo puede quitar”.

La cantante emprenderá una gira internacional en la cual espera pisar México, país que le ha ofrecido muchas satisfacciones a lo largo de su trayectoria artística.

“La relación con el país es de mucho cariño, hace años con La Oreja que fuimos por primera vez y tengo recuerdos maravillosos”, refirió.