Más de 15 mil almas rockeras fueron testigos del regreso de Aerosmith a la capital mexicana en un concierto marcado por la estridencia, desenfado y las altas dosis de rock y excentricidad despedidas por su líder Steven Tyler, quien complació con su "Global Warming Tour".

Aunque el fin de semana llegaba a su fin, poco les importó desvelarse a los seguidores de la banda comandada por Steven Tyler Aerosmith, con tal de ver a este legendario grupo en su regreso a Mexico con un show que llenó de estridencia y recuerdos a la ciudad.

Con cervezas en mano -a pesar del frío que imperaba en la capital-, miles de seguidores aguardaron la llegada de Tyler y compañía a la Arena Ciudad de México para ser testigos de este show que destacó por los músicos, su música y su desenvolvimiento.

Con un escenario conformado por una pantalla gigante en el centro y una menor a cada lado, minutos antes de que el grupo llegará al templete se pudo apreciar un breve repaso en imágenes por la historia y trayectoria de la banda.

Con saco de lentejuelas, penacho de indio, pantalón plateado ajustado y sus clásicas gafas oscuras, Steven se adueñó del escenario en punto de las 20:45 horas ante el clamor de su público, quien gracias a la pasarela que se dispuso a mitad de la pista pudieron disfrutar más de cerca a la banda y algunos temas como Draw the line y Pink.

La agrupación originaria de Boston dio muestra de su talento y destreza sobre los escenarios al interpretar sus más grandes éxitos, así como algunos de su más reciente placa "Music From Another Dimension".

Energético, eufórico y entregado fue como en todo momento se le vio a Steven quien además de complacer a los presentes con sus cadenciosos movimientos y su potente y aguda voz, se dio tiempo de interactuar con los fans a quienes en reiteradas ocasiones les pidió lo ayudar a cantar algún tema.

Aunque en su rostro se dibuja ya el paso de los años, la energía de Tyler hizo olvidar por unos momentos a los miles de presentes que el vocalista ya rebasa las seis décadas de vida, pues su dinamismo y desenvolvimiento sobre el escenario son propios de cualquier joven promesa de rock star.

Clásicos temas como "Crazy", "Dude", "Jaded" y la balada "I don't want to miss a thing", no pudieron faltar en este espectáculo que a pesar de no contar con una super escenografía no impidió que los fanático disfrutar por igual de la velada.

"Es bueno regresar después de tanto tiempo, solo les queremos decir que los amamos mucho", dijo Brad Whitford, guitarrista de la banda.

Hacia la recta final del concierto Tyler amarró una bandera nacional y la hizo ondear entre gritos y aplausos de su público quien también escucho canciones como "Living on the edge" y "Sweet emotion".

Los eternos rock star dejaron satisfechos a sus mas de 15 mil asistentes quienes quedaron satisfechos gracias al extenso repertorio que fue interpretado por las casi dos horas que duró el recital y en el que estuvieron acompañados por un imponente juego de luces elevaron visualmente a un espectáculo que tuvo un sonido impecable que convenció a la Ciudad de México.

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