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Luis Miguel será la estrella, este fin de semana, de la inauguración de la Arena de la Ciudad de México, evento para el que tuvo exigencias “normales”.

Para su presentación en Viña del Mar, donde actuará mañana, el intérprete de “Sol, arena y mar” solicitó un camerino completamente negro, equipado con 200 toallas; vinos selectos, botellas de agua Fiji, té negro y verde, así como frutas frescas y frutos secos.

Personal del nuevo foro, con capacidad para 22 mil personas, comentó que el artista confirmó

Aquí en México, agregaron, estrenará camerino, el cual está acondicionado con lo necesario para recibirlo.

El sábado la Arena abrirá sus puertas, con una ceremonia inaugural de 45 minutos y a las 20:30 horas aparecerá el artista mexicano.

Intocable, Pitbull, Carlos Santana, Scorpions y Ricardo Arjona son algunos de los artistas que se presentarán en los próximos meses.

No habrá retraso

A tan sólo cinco días, el espacio continúa en proceso de construcción; sin embargo, Alberto Familiar, director de desarrollo corporativo de Grupo Avalanz, encargado del proyecto, afirma que no se postergará el día de apertura.

“Se trabajan todas (las horas necesarias). Aquí hay como 3 mil personas trabajando, como 50 o 60 proveedores con contrato que tienen que entregar. No tenemos contemplado hacer ningún retraso sobre la función, nuestro objetivo es meter toda la leña al asador para que todo esté listo ese día”.

Aunque desde un principio la construcción ha transitado por disgustos vecinales, que han invadido las calles aledañas con manifestaciones y demás intentos de frenar la creación del recinto, aseguran que cuentan con el apoyo gubernamental para conciliar con los grupos y evitar boicots el día de la inauguración.

“Éste es un fideicomiso con la ciudad, compramos el objetivo de traer la arena como un detonador de desarrollo y bienestar, para una zona que se está transformando hacia mejores usos, más nobles para la comunidad, por eso decimos que estamos en sus manos, es una inversión de 350 millones de dólares, no podemos jugar con este tipo de cosas. Nuestra responsabilidad es operarla y dirigirla como el mejor recinto del mundo, la parte de los vecinos lo ve el gobierno de la ciudad”, afirmó.

El espacio de lo que fuera un rastro no está dentro del proyecto ahora, debido a que está catalogado por el Instituto Nacional de Bellas Artes como patrimonio cultural, por lo que su demolición está prohibida. “La nave de matanza es parte integral de un proyecto, es un ingrediente del proyecto definitivo que no se ha podido tocar todavía, no está calendarizado para la inauguración, vamos a terminar una cosa y luego continuamos con los proyectos paralelos a la Arena”.