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Las normas sociales y la compleja estructura de relaciones son las que forman a una persona desde la infancia, pero si la madre es una mujer ausente y con problemas de alcoholismo, pueden llegar a crear individuos indiferentes que no deseen tomar responsabilidades ni decisiones.

Este es el nudo de la historia de Submarino, protagonizada por Jakob Cedergren, en la cual interpreta a un personaje que es invadido por la culpa de la pérdida de su hermano menor.

“Lo más difícil es no hacer nada, y no querer hacer nada de verdad, así que no habla mucho. La gran lucha es sobre la voz que te habla internamente”, comentó Jakob, quien se encuentra en México para promocionar el largometraje que lleva el nombre del best seller, y que es dirigido por el cineasta danés Thomas Vinterberg.

La violencia, los abusos y una vida sexual distorsionada, hacen de Nick (Jakob) un hombre que se llega a despreciar profundamente y a quien incluso le cuesta mirarse a sí mismo.

“Creo que una de las características del personaje es que no le gusta verse al espejo; en una forma extraña, abusa de una forma en la que va cayendo en un suicidio lento; es muy extraño porque uno se pone a pensar por qué no toma las riendas de su propia vida”. El personaje se refugia en su adicción al alcohol, que le hace mantenerse alejado de toda sensación y sentimiento.

“El personaje es la esencia de ser el hermano mayor. Es esto que se piensa de que, cuando eres el mayor, tienes que cuidar al joven. Tienes que decir que sí aunque no te sientas capaz de hacer algo; cuando él es forzado a ver que el hermano menor se dopa a sí mismo, si puede arreglar eso, él podrá ser una buena persona de nuevo. Por ello intenta hacerlo con su amigo, primero. Su amigo se convierte en el intento de arreglar las cosas porque no puede lidiar con el hermano”, refirió. “El no tiene esperanzas en nada. Además no es una mala persona, sólo que no puede lidiar con la mierda que hay”, añadió.

Hay veces que la pérdida de un familiar puede hacer que un ser sienta una liberación en su vida, aunque esta sensación esté mal vista.

“Desde una visión mitológica o simbólica, cuando su hermano se está muriendo, y cuando está muerto, él es libre. Así que este conflicto contradictorio en esa situación de que el hermano esté muerto, es bueno. Pero sólo metafóricamente, porque no es bueno que se esté muriendo. En ese sentido cuando alguien cercano a ti se está muriendo lo que hace es liberarte, es bastante antitético”, concordó.

El nudo de la historia se encuentra en la condición humana, la cual se experimenta a través de una conjunción de elementos externos e internos que crean la visión de los seres a partir de su existencia.

“Si estás fuera de las reglas sociales, pero si no las tienes, no funciona. Él no puede verse al espejo porque se odia a sí mismo”, refirió.

Grata experiencia

Sobre la experiencia de trabajar de la mando de uno de los directores más influyentes en el cine de autor, el danés afirmó que es una persona que sabe perfectamente hacia dónde llevar la historia, pero lo elemental es la confianza que les refleja.

“Te da toda la confianza que necesitas sentir como un actor, sabes que él tiene noción de lo que hace y de lo que quiere, tiene una gran intuición”.

Próximamente estará grabando una nueva historia donde se le podrá ver como un motociclista que sale de la cárcel, se rodará en Suecia y con ella desea regresar a México. “Yo no sé por qué me llegan esta clase de papeles, creo que ellos me buscan a mí”.