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El padre de Paulina Rubio, Enrique Rubio, falleció ayer a las 10:30 horas, víctima de un infarto, luego de permanecer hospitalizado en un nosocomio de la ciudad de México.

Fuentes médicas confirmaron la muerte de Rubio, quien fue ingresado a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde permaneció varios días, hasta que su salud se deterioró, producto de la insuficiencia renal que padecía desde hace años.

Enrique Rubio, de 67 años, ingresó la madrugada del lunes pasado al área de Urgencias de la Clínica General número ocho, ubicada en la zona de San Jerónimo, en el sur de la ciudad de México, en condiciones graves de salud.

Posteriormente se informó que la familia y los médicos habían acordado su trasladado al Hospital General Regional uno “Carlos McGregor”, también del IMSS, donde se le practicaron algunas diálisis para limpiar su torrente sanguíneo e inducir a una recuperación.

Los familiares de Enrique Rubio, a través de un comunicado emitido el mismo lunes, informaron que ante el grave panorama sobre su salud sólo esperaban el momento de su deceso.

Los medios de comunicación, que hacían guardia las 24 horas en el hospital, no se percataron de la muerte del papá de la llamada Chica dorada, pues no se percibieron camionetas de lujo por la entrada o salida del nosocomio como en los días anteriores.

El último adiós

Hasta después de las 12:00 horas la familia Rubio envió un comunicado en el que informó sobre el deceso del señor Enrique, cuyo cuerpo fue velado y cremado en el Panteón Francés, localizado en la ciudad de México.

Enrique Rubio hijo y Paulina Rubio estuvieron acompañados por familiares y amigos en los funerales de su padre, que comenzaron con una discreta misa de cuerpo presente realizada en dicho cementerio.

Desde que la cantante se enteró de la hospitalización de su padre viajó a México para estar cerca de él, pero siempre se mantuvo alejada de la prensa, aunque mandó dos comunicados informando el estado de salud de su progenitor y pidiendo respetar la situación.

A pesar de esto, los medios no se fueron, incluso algunos trabajadores del hospital comentaron que los familiares de los otros enfermos había puesto quejas en la dirección de la clínica porque ya no les permitían entrar a la visita, ya que podrían ser reporteros disfrazados.