Funcionarios de Estados Unidos, México y varios países de América Central concluyeron el viernes una reunión de dos días en Nicaragua para examinar, según lo previsto, la posibilidad de que se considere refugiados a los migrantes de la región que huyen de la violencia en sus naciones.

Representantes de los sectores de migración y del interior declinaron hacer declaraciones a la prensa al término de su encuentro en Managua.

El temario se había centrado en actualizar una declaración que data de hace 30 años sobre las obligaciones que tienen las naciones de asistir a los refugiados.

Funcionarios del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados habían expresado de antemano la posibilidad de que se estudiara en la reunión un acuerdo regional en el que se designe refugiados a los emigrantes centroamericanos.

Tal resolución carecería de validez jurídica, aunque la ACNUR señaló que "Estados Unidos y México deberían reconocer que el asunto se trata de una situación de refugiados" .

crs