El primer encuentro formal entre autoridades de Pakistán y miembros del principal grupo talibán del país, el TTP, empezó hoy en un enclave no desvelado próximo al cinturón tribal, con el fin de generar la confianza mutua en temas como el intercambio de prisioneros, informaron medios locales.

La reunión comenzó una vez los cuatro delegados gubernamentales y tres clérigos que han actuado como enlace de los talibanes llegaron a la región tribal de Waziristán del Norte y luego se desplazaron a la localidad de Thal, en el vecino distrito de Hangu.

Según los medios, el encuentro tiene lugar en un lugar secreto cercano a Thal, y las comitivas se reunirán durante dos o tres días antes de que los delegados del Ejecutivo vuelvan a Islamabad para informar al ministro del Interior, Chaudhry Nisar Alí Khan.

La delegación del TTP, de cuatro o cinco miembros según las fuentes, está encabezada por Qari Shakil, miembro de la cúpula insurgente que ha supervisado por el bando talibán el proceso de diálogo formal iniciado en febrero.

Por el Ejecutivo paquistaní participan el secretario de Puertos, Habibulá Khan; un miembro del equipo del primer ministro, Fawad Hasán; un responsable oficial para las áreas tribales, Mohamed Arif, y el exdiplomático Rustam Sha.

Este primer cara a cara entre miembros de la Administración paquistaní y miembros de la insurgencia talibán llega después de una serie de reuniones que desde comienzos de febrero mantuvieron mediadores de uno y otro bando.

La primera toma de contacto directa se esperaba para ayer, pero fue suspendida a última hora a causa, según un mediador de los talibanes, del mal tiempo que ha azotado el norte y el oeste del país asiático.

En los últimos días, analistas y fuentes cercanas a la negociación han hecho hincapié en que el primer encuentro girará en torno a la búsqueda de medidas para generar confianza entre las partes, en especial las relacionadas al intercambio de prisioneros.

También se prevé que sobre la mesa esté la posibilidad de alargar el alto el fuego de un mes decretado por los talibanes a principios de marzo.

El diálogo se ha visto seriamente amenazado por la continuación de la actividad insurgente a pesar de la tregua del TTP, que afirma no tener relación con ataques como el que hace tres semanas costó la vida a once personas en un juzgado de Islamabad.

Según un reciente informe del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS) , el año pasado hubo en el país asiático más de mil 700 atentados terroristas -un 61 % de ellos perpetrados por el TTP y sus aliados-, en los que murieron cerca de 2.500 personas, un 19 % más que en 2012.

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