MADRID.— La Casa Real podría anunciar el divorcio de los padres del rey Felipe VI, los también reyes Juan Carlos y Sofía, según afirma la prensa italiana. Una versión que también lleva meses circulando en España desde que el rey Juan Carlos anunciara su abdicación el pasado 2 de junio y Felipe VI fuera proclamado monarca unos días después.

Según el diario La Repubblica, en los próximos días la Casa Real podría hacer el anuncio a través de un comunicado que es como suele dar a conocer las noticias. El diario italiano recuerda que desde la abdicación del rey no se ha vuelto a ver a la pareja junta.

Cuenta que la reina Sofía ha pasado parte de sus vacaciones de verano en el Palacio de Marivent, la residencia oficial de los monarcas en la isla de Palma de Mallorca (este de España), donde no ha coincidido con Juan Carlos en ningún momento y sí con sus ocho nietos; con su hija mayor, la infanta Elena; con su hermana Irene; y con los reyes Felipe y Letizia.

Mientras el padre del monarca viajó a la toma de posesión de Juan Manuel Santos como nuevo presidente de Colombia a principios de mes, y no se le ha vuelto a ver hasta el pasado sábado en Granada (Andalucía, sur de España), a donde acudió a apoyar a la selección española de baloncesto. Es decir, su verano ha sido un completo misterio ya que ni ha viajado a Mallorca como todos los años ni se le ha fotografiado en ningún otro destino.

Como es habitual, la Casa Real no ha querido hacer ningún comentario sobre un posible divorcio que argumenta es de ámbito privado. Sin embargo, pese a su abdicación, Juan Carlos y Sofía siguen siendo miembros de la Familia Real y por lo tanto siguen recibiendo una partida de los 7 mil 700 millones de euros que recibe la Casa Real de los Presupuestos Generales del Estado.

En concreto una cantidad que el rey Felipe VI decide darles y que no es pública. Y además de cobrar ambos tienen obligaciones institucionales como es en el caso del rey Juan Carlos la de representar a Felipe VI en la toma de posesión de los presidentes iberoamericanos.

Por tanto su divorcio podría plantear muchos interrogantes. ¿Seguirían viviendo juntos en el Palacio de la Zarzuela, una residencia que pertenece a Patrimonio Nacional y que se mantiene con cargo a los Presupuestos Generales del Estado o ella se mudaría a Londres con su hermana Irene? ¿Cambiarían las pocas obligaciones institucionales que tienen ambos a raíz de su separación?

En España es un secreto a voces que Juan Carlos y Sofía, que se casaron hace 52 años, llevan años sin dirigirse la palabra, sólo hablan a través de sus secretarios, cada uno de ellos vive en un ala del Palacio de la Zarzuela, pasan los fines de semana separados, sólo se ven en actos oficiales y las infidelidades del rey desde el principio de su matrimonio han sido continuas.

Pese a ello, la reina siempre ha aguantado, aunque algunas de esas infidelidades hayan sido tan escandalosas como la de la princesa Corinne zu Sayn-Wittgenstein, con quien Juan Carlos se fue a cazar elefantes a Bostwana en un viaje privado que acabó siendo del conocimiento de todos los españoles puesto que se rompió la cadera y tuvo que volver a España urgentemente para ser operado. Por eso seguramente ambos ya desean dar el paso.

El rey, a sus 76 años y con muchas operaciones a sus espaldas, podría navegar, cazar con sus amigos empresarios o viajar a cualquier lugar invitado por millonarios árabes sin dar explicaciones a nadie.

Mientras ella podría pasar largas temporadas en Londres con su hermana Irene y su hermano Constantino de Grecia, llevar a cabo viajes solidarios y asistir a conciertos de música clásica, una de sus pasiones, también sin dar explicaciones a nadie.