Por: Flavia Barbosa

El abogado y periodista uruguayo Edison Lanza fue elegido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ayer para ser el nuevo Relator Especial para la Libertad de Expresión del órgano. Sustituirá a la abogada colombiana Catalina Botero, quien en octubre termina su segundo mandato, después de seis años en el cargo.

Fortalecer los mecanismos de financiación de la Relatoría Especial, de referencia internacional, y defenderla de los ataques de países bolivarianos que tratan de debilitar la oficina, son los dos desafíos centrales para Lanza.

Con una amplia experiencia en diversos medios de comunicación - como el célebre "Búsqueda" -, en la argumentación de casos ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, inclusive contra Uruguay, en la fundación de entidades civiles de la defensa de los derechos fundamentales y en el asesoramiento a gobiernos e instituciones internacionales, Lanza fue uno de los candidatos preferidos de las organizaciones de la sociedad civil.

Entre sus áreas de especialización está la apertura de documentos de estado, siendo él uno de los fundadores del pionero centro de Archivos y Acceso a la Información Pública del Uruguay. La propia Relatoría Especial para la Libertad de Expresión lo consultó en numerosas ocasiones durante los últimos años como una referencia para el tema y las consecuencias de la ley de acceso del Uruguay.

Lanza también es ampliamente reconocido como un defensor incansable de los profesionales del periodismo.

"Edison es un honesto abogado de libertad prensa, con mucha experiencia y una historia de la defensa de la labor de los periodistas. Fue una muy buena elección", dijo Carlos Lauria, coordinador para las Américas de la ONG Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).

Según profesionales en el campo de los derechos humanos que conocen a Lanza y su trabajo, el periodista y abogado es "un uruguayo típico ", habla con todo el mundo y aprecia el trabajo colectivo. Se le considera un buen contemporizador, pero también una persona de fuertes ideales, basados en argumentos. Su calidad técnica se evalúa como excelente.

"Él defiende con uñas y dientes los elementos básicos de la libertad de expresión, sabe cuáles son los límites, pero muestra voluntad de incorporar más voces y ser plural, dijo a O GLOBO un observador del proceso de selección de la CIDH.

El mayor rival de Lanza en disputa era el jurista chileno Francisco Vial Cox, considerado el candidato de mayor capacidad técnica e independencia entre los candidatos. El temor de las autoridades era la posible elección del abogado argentino Damián Loreti, autor de la opinión polémica que sostuvo la defensa del gobierno de Cristina Kirchner en la batalla legal contra el diario "Clarín".

También concursaron el abogado peruano David Lovatón, el abogado ecuatoriano Juan Pablo Albán y la periodista guatemalteca Ileana Alamilla Bustamante. Para los observadores, estos tres candidatos carecían de conocimientos jurídicos sólidos en el ámbito de la libertad de expresión.

Las candidaturas a la CIDH son independientes de los países socios de la OEA, pero Lanza habría contado con el apoyo silencioso del gobierno de Uruguay, cuyo presidente, José Mujica, se celebra en el continente americano para su administración plural, orientación de izquierda, carácter tolerante y disposición para diálogo sobrio con todos los vecinos. Esto habría contribuido a la elección de la Lanza, aunque su autonomía no será cuestionada por la sociedad civil.

"Ser uruguayo, en este momento, es una ventaja en la región, a todo el mundo le gusta Uruguay, Uruguay se lleva bien con todo el mundo, lo que puede ser un facilitador del diálogo a izquierda y derecha", dijo una fuente de O GLOBO.

Basta saber si este perfil moderado será de interés para los países bolivarianos. Bajo la dirección de Catalina Botero, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión - que goza de autonomía frente a los Estados miembros y la propia CIDH - se convirtió en la mayor recaudadora de fondos extra cuota de la comisión (como las donaciones de los países europeos), consolidando su independencia. Esto enfureció a los gobiernos, que dicen que son perseguidos por sus informes y recomendaciones.

Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua estuvieron al frente de una campaña iniciada en 2011 que llevó, en 2013, una reforma de la CIDH que estuvo a punto de vaciar el comité para tratar de limitar la recaudación de fondos y de imponer límites a los mecanismos de alerta y proceso. En la Asamblea General de la OEA, en Asunción, en junio, hubo otro ataque, una vez más contenido. En la próxima Asamblea General Extraordinaria sobre drogas de la OEA en Guatemala, en septiembre, se puede producir una nueva ofensiva.

"Es difícil predecir si Ecuador, cuyo presidente Rafael Correa es poco racional, recurrirá a la virulencia y a la agresividad por causa de un relator de Uruguay de Mujica. Pero sin duda el hecho de ser uruguayo fue evaluado desde esta perspectiva por los comisionados que eligieron a Lanza. También tenemos que ver si Lanza, por su afinidad con el gobierno de Mujica, mantendrá la defensa a ultranza de la Relatoría, como lo hizo Catalina Botero, o será más flexible con los hermanos. No creo que tergiverse", dijo un observador de la CIDH.

La elección del nuevo relator se produjo  por la mañana, después de una entrevista el martes con los seis finalistas. 49 personas se postularon para el puesto. La elección fue hecha por los siete miembros de la CIDH, que tienen la independencia de los países miembros de la OEA. El nombramiento de Lanza fue enviado al Secretario General de la organización, José Miguel Insulza, quien ya aprobó la designación. El nuevo relator tomará posesión del cargo el 6 de octubre, por un término de tres años.