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Iberoamérica discute con pocos resultados

José Meléndez Enviado| El Universal
Jueves 17 de octubre de 2013
Iberoamrica discute con pocos resultados

SEGURIDAD. Policías patrullan el Casco Antiguo de la Ciudad de Panamá, previo a la Cumbre Iberoamericana . (Foto: DAVID DE LA PAZXINHUA )

Reclaman a cónclave mostrar mayor eficacia frente a problemas regionales

PANAMÁ.— Por vigésimo tercera ocasión desde la primera cita realizada en 1991 en Guadalajara, México, los jefes de Estado y de gobierno de España, Portugal, Andorra y América Latina se volverán a encontrar esta semana en una cumbre, ahora en Panamá y con el desgaste de un proceso cargado de rimbombantes declaraciones finales y millonarios costos operativos, pero de escasos resultados en la vida cotidiana de millones de iberoamericanos.

Con la ausencia por primera vez del rey Juan Carlos, de España, único asistente a las 22 cumbres previas, los jefes de Estado y de gobierno se reunirán viernes y sábado en un hotel en las afueras de la capital panameña en el lujoso balneario turístico de Playa Bonita, frente al Océano Pacífico, en un encuentro precedido por una serie de conferencias de cancilleres y ministros de diferentes sectores estatales y foros de empresarios.

“Los resultados son mínimos”, dijo la feminista panameña Urania Ungo, profesora de filosofía de la Facultad de Humanidades de la estatal Universidad de Panamá. “No critico la reunión por la reunión misma. Mientras más la gente hable es más importante. El problema es que no puede ser sólo eso. Tiene que haber una ejecución real material y de colaboración, de ejercicio real de acciones que sean efectivas y eficaces”, agregó.

En diálogo con EL UNIVERSAL, Ungo recordó que “hay muchas declaraciones. Las feministas lo sabemos. Hay mucho planteo retórico pero poca efectividad. Ojalá encontraran el camino de pasar de la mera palabra al ejercicio real”.

Tras sugerir diferenciar que son reuniones que implican viajes y gastos, advirtió que “eso no sería problema en un mundo cada vez más global e interconectado” en el que el diálogo es necesario. “Pero si se trata de un mero ritual formal protocolar donde lo único que se juega es el reconocimiento mutuo entre Estados, creo que de eso tenemos ya demasiado, es suficiente. Habría que invertir menos en eso y más en cómo se combate la pobreza y la desigualdad y se busca la integración a las tecnologías. Valdría la pena realmente mayor efectividad”, puntualizó.

La cumbre de esta semana es la segunda iberoamericana en Panamá —la primera fue en noviembre de 2000— y, como las previas, ha sido convocada bajo un lema altisonante: “El papel político, económico, social y cultural de la Comunidad Iberoamericana en el nuevo contexto mundial”.

Al respecto, la viceministra panameña de Relaciones Exteriores, Mayra Arosemena, explicó que el tema de la cumbre es una “contribución” de Panamá para fortalecer el mecanismo iberoamericano con “iniciativas destinadas a impulsar sectores como la educación, la competitividad y la innovación, a fin de fortalecer la institucionalidad, el desarrollo humano y el crecimiento económico de América Latina”.

El uruguayo Enrique Iglesias, máximo jerarca de la Secretaría General Iberoamericana y quien encabezó esta semana varias reuniones previas entre equipos técnicos y políticos de las comitivas, destacó “la importancia del papel de la diplomacia directa en las cumbres, como una oportunidad de contacto directo en encuentros privados entre los presidentes iberoamericanos”.

Ante este panorama, el proceso de diálogo iberoamericano quedó sometido desde la cumbre anterior, efectuada el 16 y el 17 de noviembre de 2012 en Cádiz, España, a una revisión general. A partir de entonces, una comisión ha evaluado los resultados y el funcionamiento del mecanismo creado en 1991 y se prevé que, de una anual, se pasará a una cumbre cada dos años, para garantizar una mayor presencia de jefes de Estado y de gobierno. El encuentro de Panamá será el primero al que acudirá el príncipe Felipe de Asturias, en representación del convaleciente monarca español, pendiente de recuperarse plenamente de una operación de cadera.

La XXIII Cumbre Iberoamericana se realizará en un país sometido a creciente tensiones entre gremios y movimientos sociales con el gobierno del presidente Ricardo Martinelli. La vicecanciller Arosemena argumentó, no obstante, que “no cabe duda de que el documento que estamos presentando a la consideración de los Jefes de Estado y de gobierno reafirma el compromiso de la comunidad iberoamericana ante los nuevos desafíos por el bienestar de nuestros pueblos”.

Incorporar a todos los sectores

Iglesias, entretanto, admitió que “es necesario incorporar al diálogo a todos los sectores de la comunidad para que lo acordado en las cumbres sea en beneficio de todos”, aunque declaró que “con los años se ha ido cumpliendo el propósito para el cual fueron creadas las organizaciones que giran en torno a la Cumbre Iberoamericana”.

Las declaraciones de optimismo diplomático, sin embargo, contrastan con sectores gremiales panameños. “Estas cumbres han establecido metas que no se cumplen, especialmente en los países latinoamericanos, en los que la gran mayoría de sus pobladores ve cada vez más alejada la posibilidad de encontrar respuesta a sus necesidades fundamentales”, dijo Saúl Méndez, secretario general del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares de Panamá.

“Aunque en Europa hoy se vive una situación compleja por la crisis económica, especialmente en España y Portugal, no cabe duda de que en efecto estas cumbres, al margen de las declaraciones, no están impactando en la vida y desarrollo de las personas para sus necesidades fundamentales” aseveró el sindicalista a este diario.



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