PHOENIX, Arizona (Agencias).— Unas 250 personas se reunieron ayer frente a la oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos en Phoenix, con el objetivo de detener futuras deportaciones de inmigrantes indocumentados.

Los manifestantes marcharon alrededor de kilómetro y medio por las calles de Phoenix, desde un parque del centro de la ciudad hasta la oficina de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), que estaba cerrada, como muchas oficinas federales debido al festivo del Día de Cristóbal Colón.

Los manifestantes corearon lemas como “No más deportaciones” y “Cierren el ICE” . Los organizadores dijeron que desean que de suspendan las deportaciones a fin de que las familias puedan permanecer juntas.

La mayoría de los procedimientos de migración están suspendidos debido al cierre parcial del gobierno federal; sin embargo, las deportaciones continúan.

Antes de la marcha, unos 20 manifestantes se encadenaron a las puertas del Centro de Detención en la comunidad de Eloy, entre Tucson y Phoenix, segú el grupo National Day Labor Organizing Network, que explicó que con esta acción de desobediencia civil se buscaba llamar la atención sobre las “condiciones inhumanas” de encarcelamiento en este y otros centros de detención de inmigrantes.

Entretanto, el diario The Washington Post consideró en su edición de ayer que la ciudad de Washington debe entregar licencias de conducir a indocumentados, por considerar que se trata de una necesaria medida de sentido común.

En un editorial, el matutino criticó igualmente el suspenso actual dentro del cabildo capitalino, cinco meses después de que el alcalde Vincet Gray presentó una iniciativa con este propósito.

“Es tiempo de que el cabildo deje los juegos y promulgue la propuesta del alcalde Gray”, indicó el diario, que dijo que la propuesta significará un alivio para unos 15 mil inmigrantes indocumentados que se estima viven en la capital del país.

La propuesta requeriría a los conductores cumplir con los requerimientos, incluyendo aprobar la prueba de manejo, y con las salvaguardas necesarias sobre las licencias para evitar confusión entre los residentes legales con licencia.

Como lo han hecho autoridades en otros estados, la propuesta de Gray tendría un distintivo para separar estas licencias a las que los gobiernos estatales y locales emitan de manera normal, las cuales deben apegarse a rígidos requerimientos federales.

El Post dijo que la propuesta de Gray ayudaría “a mejorar la seguridad pública y aliviar los problemas que enfrentan los inmigrantes a quienes se niegan licencias” .

La propuesta fue modificada por el cabildo a fin de entregar licencias sin discriminación alguna hacia los indocumentados, algo que el diario consideró, pondría a la ciudad en conflicto con el gobierno federal en torno los requerimientos.

Este mes el gobernador de California, Jerry Brown, promulgó una ley para dar licencias a indocumentados que cumplan con los requerimientos, pero que no podrán ser utilizadas para abordar vuelos o tener acceso a programas federales.

Se estima que la medida de California podría beneficiar a más de 1.4 millones de indocumentados que viven en ese estado.

En ese sentido, Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades Fronterizas, consideró que la aprobación de varias medidas en California a favor de los migrantes indocumentados “es un claro mensaje a Washington de que si ellos no piensan trabajar por una reforma migratoria, los estados van a asumir ese compromiso”.

Entre las nuevas leyes aprobadas en California, además de las licencias de conducir para indocumentados, destaca una ley que limita las deportaciones exclusivamente para indocumentados y residentes legales que sean peligrosos y tengan antecedentes serios.

California tiene cerca de tres millones de indocumentados.