MADRID (Agencias).— Los presos de la organización vasca ETA (unos 600) admitieron ayer que causaron daño con sus actividades terroristas durante medio siglo, en su afán de lograr la separación de la región vascuense de España, y aceptaron una “solución” para su situación penal mediante un proceso “individual” y “escalonado”.

La declaración, publicada por el portal naiz.info, cercano a la izquierda independentista de la región situada en el norte de España, es altamente simbólica porque podría generar avances en el proceso de paz. Los reos de ETA sostienen que son prisioneros políticos y han rechazado por largo tiempo los términos de su encarcelamiento.

La toma de posición supone una novedad, ya que tradicionalmente ETA siempre reclamó para sus presos un tratamiento conjunto, sin soluciones individuales.

También es nueva la admisión pública que el Colectivo de Reclusos de ETA (EPPK por sus siglas en vasco) hace del perjuicio generado a sus víctimas. Autora de 856 asesinatos desde 1960 en su estrategia para reclamar la independencia del País Vasco (norte) de España, ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada en octubre de 2011. “Reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño multilateral generados”, dice el comunicado de EPKK, que agrupa a unos ochocientos activistas recluidos en cárceles de España y Francia.

Recientemente, una sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo derogó la denominada “doctrina Parot” —que alargaba de manera efectiva la permanencia en prisión—, favoreciendo la salida de varios presos de ETA y generando una oleada de descontento contra el gobierno por parte de víctimas del terrorismo.

En una primera reacción, la formación del presidente del gobierno, Mariano Rajoy, advirtió de la “letra pequeña” de este comunicado. “Reconocen el daño pero no su responsabilidad”, lamentó Iñaki Oyarzábal, secretario general del Partido Popular (PP) en el País Vasco. El Partido Socialista, el más importante de la oposición en España, calificó el mensaje de los presos como “un avance sustancial” para recorrer de forma individual “el camino legal de la reinserción y reconocer el daño injustamente causado”.