Opinion

Ayer se realizaron elecciones en la entidad con mayor número de votantes del país. Tres pueden ser las conclusiones de los resultados de dichos comicios.

Primero, que las inequidades y los ilícitos que se pudieron haber cometido no explican el resultado que arrojaron las urnas, es decir, los reportes de anomalías durante la contienda no fueron determinantes para definir ganador debido a la distancia tan grande entre primero y segundo lugar, en este caso el priísta Eruviel Ávila y el perredista Alejandro Encinas.

Segundo. Si bien las conclusiones de las elecciones estatales en 2010 fueron que se le puede ganar al PRI aun en condiciones adversas por medio de una coalición entre PAN y PRD, hoy lo que arrojan los comicios es lo contrario: que sin alianzas —en las actuales condiciones— el PRI tiene el triunfo asegurado.

Tercero. Las elecciones en el Estado de México sí pueden ser una proyección probable de lo que ocurra en julio de 2012, a diferencia de otras votaciones en años previos.