Opinion

El resultado no sólo le da la victoria al PRI sino confirma que, a pesar de todo, las encuestas siguen siendo un instrumento efectivo para medir tendencias electorales cuando existe una ventaja visible de un partido.

Conforme se acerque la fecha en la cual los tres grandes partidos deban definir sus candidatos, el uso de las encuestas debe ser obligado si es que dichos partidos quieren ser competitivos. Si PAN y PRD deciden nombrar a su candidato con base en simpatías personales o de grupo, sin tomar en cuenta a la mayoría de los votantes, las probabilidades de derrota serán mayores. Ello no significa que una ventaja no se pueda revertir, pero sí muestra que hay que trabajar en ello con anticipación.

Ni el PRD ni el PAN pudieron revertir en Estado de México y Coahuila. La pregunta es si lo podrán hacer en 2012 y lo cierto es que tienen todavía tiempo suficiente. El 2012 apenas comienza. En política no hay derrota inevitable, pero la victoria no cae del cielo. Lo que demuestra la jornada de ayer es que las elecciones se ganan o se pierden a pulso. Más claro ni el agua.