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Editorial EL UNIVERSAL

Comicios en tranquilidad

Inspiración en el interés público, responsabilidad, búsqueda de la verdad, de permanente justicia y del cumplimiento de los derechos humano ...





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    04 de julio de 2011

    La jornada electoral de ayer en varias entidades arroja un saldo blanco, que es esperanzador para la democracia en México. Tras campañas electorales animadas y con incidentes menores que, al parecer, no ponen en riesgo los resultados, Coahuila, Nayarit, el Estado de México e Hidalgo llevaron a cabo sus comicios.

    Para realizar el balance definitivo sobre el éxito de los procesos se necesita esperar el número de impugnaciones que hagan los partidos; ver en qué terminan las indagatorias abiertas por la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) —que desde ayer comenzó a hacer un trabajo de seguimiento a posibles irregularidades—; y medir el grado de abstencionismo en cada estado de la república.

    Aun así, la ausencia de violencia generalizada y el desenvolvimiento, en términos generales, normal de los órganos electorales locales ya son buenas noticias en sí mismas, porque reducen el margen de conflicto, conjuran la judicialización generalizada de los comicios y aumentan la legitimidad de las autoridades y legisladores electos este domingo.

    Que las elecciones tampoco tuvieran incidentes de inseguridad vinculados con acciones del crimen organizado también es sintomático de que cuando menos en esta parte del proceso la delincuencia no se propuso sabotear la jornada, o no se concretó por acción de los cuerpos de seguridad del Estado y las entidades federativas. Habrá que estar pendiente, sin embargo, de que personas indeseables en la política no quieran influir en partidos y candidatos para proteger sus ilícitos negocios.

    Mucho se ha comentado que estas elecciones pueden representar un termómetro de lo que podría ser el escenario electoral del próximo año, en que habrá comicios federales y renovación de la Presidencia de la República. Si esto es así, los augurios son buenos. Esto revelaría que la ciudadanía tiene cifradas sus esperanzas de cambio político y económico en la fuerza de su voto, distanciándose de quienes postulan que la vía electoral está agotada y que sólo el boicot a las urnas o, peor aún, la violencia política son las únicas formas posibles de transformación social.

    Ayer, la democracia mexicana demostró que está vigente y que, aun con problemas, sigue siendo la fuente de legitimidad política y estabilidad para la nación. Por lo mismo, urge que se resuelvan todos los pendientes en materia electoral rumbo al 2012, como la definición de tres consejeros electorales faltantes y la definición democrática y consensuada con la sociedad de las reglas con las que el IFE pretende reglamentar el proceso.



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