Opinion

Existen cierto tipo de drogas que constituyen un grupo farmacológicamente heterogéneo de compuestos psicoactivos, que son frecuentemente consumidas en los raves o en fiestas de música electrónica; sin embargo, su uso se ha vuelto tan común que la persona no necesita estar en una fiesta para consumirlas pues son sustancias que se consiguen muy fácil en el mercado negro de las farmacias, y muchas de ellas llegan a estar en las casas sin tener en cuenta del peligro que pueden ocasionar al consumirlas.

El GHB, el Rohipnol y la ketamina son algunas de las drogas de este grupo; también se encuentran la MDMA (éxtasis) y la metanfetamina, entre otras, como la cocaína inhalada, el micropunto y el LSD. Algunas de éstas son estimulantes y otras depresoras del sistema nervioso central, y aunque entre los consumidores se crea que el uso ocasional no causa adicción, es un hecho que cualquier droga que altere el pensamiento y, por consiguiente, el organismo, va a provocar que eventualmente la persona se vuelva dependiente a la sustancia y las que la acompañan, como resulta ser el alcohol y el tabaco.

El consumo ocasional de estas drogas ha aumentado considerablemente, sobre todo, en los adolescentes; sin embargo, lo peligroso del asunto es que cuando una persona está bajo el efecto de ellas o aún cuando haya pasado, es difícil notar que se está intoxicada. Es decir, los padres de familia confían en que los chavos no huelen a alcohol y con eso se quedan tranquilos de que sus hijos no beben; además, por la volatilidad de la sustancia, es desechada rápidamente y es poco probable que se detecte.

El GHB es un depresor del sistema nervioso central que fue aprobado en el 2002 para el tratamiento de la narcolepsia, que es un trastorno del sueño. Esta droga también es un metabólico del neurotransmisor (GABA); por ello, es un producto natural del cerebro, pero en concentraciones mucho menores que las dosis de abuso.

También tiene efectos anabólicos (estimulantes de la síntesis de las proteínas) y ha sido usada por fisicoculturistas para ayudar a reducir la grasa y aumentar la masa muscular.

En dosis altas, los efectos sedantes del GHB pueden provocar sueño, estado de coma o la muerte.

Otra sustancia bastante común es el Rohipnol o reinas, como se les conoce en el medio, y que comenzó a aparecer en Estados Unidos a comienzos de la década de los 90. Es una benzodiacepina (químicamente similar al Valium o al Xanax), pero no está aprobada para uso médico en Estados Unidos y, por el contrario, su importación está prohibida. Esta droga se suele tomar por vía oral, aunque también se puede pulverizar y aspirar por la nariz. Tiene efectos sedativos e hipnóticos, que además incluyen amnesia, por lo que la persona no recuerda lo sucedido durante el periodo que estuvo con el efecto de la droga; cuando se consume repetidamente causa adicción, dependencia física y psicológica, aunque no se sabe con certeza qué es lo que el cuerpo o la mente están pidiendo.

Tanto el GHB como el Rohipnol se han usado para facilitar las violaciones realizadas durante una cita o una salida; a lo que se le da el nombre de date rape (en inglés), cuya traducción sería cita y violación.

Al ser un anestésico quirúrgico, a la hora de mezclarse con el alcohol ocasiona un efecto incapacitante para la víctima, quien no puede defenderse de la agresión sexual, además de que no está consciente.

Estas sustancias pueden ser incoloras, insípidas e inodoras, se agregan a las bebidas provocando que la víctima las ingiera sin darse cuenta.

La próxima semana continuaré con más información acerca de otras drogas bastante comunes entre los jóvenes y el antro.

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