Opinion

El “movimiento alterado” es una corriente que rinde culto a la forma de vida y acciones violentas del crimen organizado, a través de diversas expresiones “artísticas”. Su principal vehículo de propaganda son los llamados “corridos enfermos”, que son una especie de evolución de los narcocorridos. Se trata de una industria bien organizada y con ganancias millonarias. Sus discos se pueden adquirir a través de internet en un sitio llamado puraenfermedad.com o en los mismos lugares en donde sus artistas se presentan a dar conciertos. Si usted hace una búsqueda en YouTube se encontrará con un amplio repertorio de videos musicales en donde aparecen delincuentes armados acompañados de voluptuosas mujeres, camionetas de lujo, ejecuciones, mansiones, joyas, violencia y el larguísimo etcétera con el que se ha construido el estereotipo del delincuente exitoso.

Este movimiento —presumiblemente promovido y financiado por el crimen organizado— constituye una invitación a los jóvenes para unirse a la fuerza laboral de la delincuencia y así tener acceso a una vida de placeres, violencia y dominación versus la miserable existencia de buena parte de la gente pobre. Obvio decir que ninguno de estos videos muestra la desgracia que les espera. No hay uno solo que exponga cómo acaban en la cárcel, ejecutados o torturados. Los videos exaltan la violencia, el derroche y los placeres que supuesta o realmente viven los criminales. Sangre de maldito, Cárteles Unidos, Sanguinarios del M1, Volando cabezas y otros títulos, hacen promoción del movimiento, llegando algunos a registrar millones de visitas como es el caso del M1 que llega a ¡5 millones 222 mil 274 reproducciones!

En su sitio de internet www.movimientoalterado.com se promueve ropa, películas, conciertos, discos y videos del movimiento. De acuerdo con la información ahí obtenida, este año se llevará a cabo un programa de conciertos denominado Alterado tour 2011 —“enfermando tu ciudad”— que recorrerá ciudades como Monterrey, Querétaro, León, Durango, La Paz, Los Cabos, Salamanca y el DF —por cierto, la cita es el 12 de febrero en, ¡qué casualidad!, un antro del Ajusco. Y también los habrá en Estados Unidos, en ciudades como Houston, Dallas, Chicago y Hollywood. Y para acabarla de amolar, ¿dónde creen que se pueden conseguir los boletos? ¡En Ticketmaster!

El aparato publicitario, promoción y mercadotecnia —probablemente autofinanciable— que utiliza el crimen organizado para reclutar carne de cañón, es impresionante por su calidad, diseño y eficacia. Y mientras eso sucede, los ciudadanos continuamos encerrados en nuestras casas esperando que “alguien” haga algo. Y la mala noticia es que “alguien” está realizando un trabajo muy bien hecho de promoción de la delincuencia, “alguien” está dejando constancia en todo el país del triunfo de la violencia, “alguien” genera todos los días casos de éxito que los medios de comunicación reproducen con avidez de perro hambriento, “alguien” tiene cada día más dinero y poder político para destruirnos y ahora también “alguien” cuenta con el apoyo de empresas “honorables” del espectáculo para sembrar en lo más profundo de la sociedad, la cultura de los antihéroes, la violencia, la corrupción y la degradación. Nos estamos pudriendo y no queremos darnos cuenta. Pero eso sí, esperamos que ahora sí, “alguien”, pronto, haga algo.

¿Será posible que los músicos, los editores, los productores, ingenieros de sonido, la gente de los estudios de grabación, los distribuidores, los dueños de los lugares en donde se presentan, los vendedores de boletos, fabricantes de ropa, modelos, fotógrafos, productores de películas, actores, tramoyistas y demás personas que participan en esta industria, no se den cuenta del daño que nos/se están haciendo? ¿Qué de veras no tienen hijos ni familia? No cierren los ojos. El dinero que se meten en los bolsillos está manchado de sangre y probablemente algún día esa sangre sea también la de sus hijos. ¿Dónde están las autoridades? ¿Por qué todo el mundo prefiere hacer como que no pasa nada, con tal de obtener dinero?

Por lo visto, México está siendo devorado por hordas de ineptos, corruptos, abusivos y desalmados, mientras los demás observamos el penoso espectáculo, esperando o exigiendo que “alguien” haga algo, sin darnos cuenta de que, “alguien”, también, somos nosotros.

eduardo@eduardo-sanchez.org

Analista y escritor