Opinion

Hoy se conmemora el Día Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. Este día tiene como fin concientizar a los gobiernos y a la sociedad civil sobre las causas y consecuencias de este crimen, uno de los peores y menos vistos flagelos, de nuestro tiempo.

La trata de personas es un negocio transnacional que genera más de 40 mil millones de dólares anuales, situándose ya en el segundo lugar entre los negocios ilícitos más lucrativos, sólo por debajo del narcotráfico y por encima del tráfico de armas; se espera que muy pronto sea el primero.

Según la Organización Internacional del Trabajo, la trata afecta cada año a unas 3.5 millones de personas, especialmente a mujeres y niñas, 90% de ellas adolescentes y niñas.

La trata de personas es una gravísima violación de los Derechos Humanos al ser una esclavitud que produce efectos más dolorosos y degradantes que en sus formas tradicionales: es el comercio de seres humanos captados por violencia, engaño o abuso a partir de un estado de vulnerabilidad, desamparo o miseria, con el propósito de reducir a esas personas a la servidumbre y obtener de ellos ganancias, ya sea explotándolos sexualmente en la prostitución ajena, en formas diversas de trabajo esclavo o para la extracción de órganos destinados a trasplantes.

Las víctimas de trata deben enfrentarse a condiciones degradantes ante la negación de sus derechos como la libertad y la salud sexual y reproductiva, a condiciones de violencia, de abuso sexual, a embarazos no deseados, a abortos inseguros, a tratos crueles e inhumanos.

Somos el segundo país que más víctimas de trata provee a los Estados Unidos, superado únicamente por Tailandia, según el “Diagnóstico de las Condiciones de Vulnerabilidad que Propician la Trata de Personas en México”, elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social. Las cifras con aterradoras:

• Entre 16 y 20 mil niños son víctimas de Trata con fines de explotación sexual, de los cuales, el 80% tiene entre 10 y 14 años de edad.

• De acuerdo con cifras del INEGI, en nuestro país hay 3.6 millones de niños trabajadores entre 5 y 17 años, de los cuales 31% son menores de 14 años y trabajan en la agricultura, uno de los tres sectores laborales más peligrosos, y muchos de ellos en condiciones de explotación y Trata.

• Somos el segundo país de apertura de páginas de Internet de pornografía infantil.

• Tenemos desde hace años una ley federal en la materia; cinco estados tienen la propia; 22 más lo tienen tipificado en sus códigos penales, y cinco carecen de este tipo penal. Tenemos una sóla sentencia a nivel federal en un caso de trata laboral, y dos en caso local.

En México y en muchos otros países este delito ha crecido. Baste recordar casos de trata cometidos con total impunidad por ministros de culto, como los casos de Casitas del Sur, en el Distrito Federal, de Greg, en Cancún, y del Lobo Siberiano, en Veracruz, libre porque el Juez Paul Martín Barba lo deja salir por razones inverosímiles; por empresarios como Jean Succar Kuri, que no ha sido sentenciado después de 8 años y no ha habido reparación del daño a las víctimas; por servidores públicos y políticos que, aun habiendo podido la sociedad escuchar la grabación de los testimonios de las víctimas menores de edad, no se le acusa ni por estupro.

En nuestro país, las organizaciones delincuenciales han construido estructuras operativas para el trasiego de drogas y armas, que se han visto afectados por la lucha que estamos dando contra el crimen organizado, y hoy están emigrando hacia la trata de personas, que cada día se convierte más en un delito que traspasa las fronteras y lastima de peores formas a las personas y a la humanidad.

Ante este panorama, podemos tener la plena seguridad de que si permitimos que esto siga, muy pronto tendremos en este delito un problema de Seguridad Nacional, al menos semejante al que estamos enfrentando ahora en materia de tráfico de drogas por haber cerrado los ojos ante su amenaza.

Hoy es vital sensibilizar al poder judicial porque si los jueces no conocen estas leyes ni el criterio correcto para aplicar la ley, continuará lo que sucedió con un grupo de ciberpederastas en Veracruz que, a pesar de almacenar, difundir y distribuir casi 100 mil videos y fotos de menores de edad y bebés siendo violados, hoy están saliendo uno a uno y dejando un antecedente terrible y un mensaje de impunidad.

Por todo lo anterior es que desde la Comisión Especial para la Lucha Contra la Trata de Personas, hemos consultado con las personas que están día a día combatiendo este flagelo social, y hoy contamos con una Iniciativa de Ley General para Prevenir, Combatir y Sancionar la Trata de Personas que, de aprobarse, será un gran paso en el combate y la prevención de este delito.

Este debe ser un esfuerzo de toda la sociedad. No podemos dejar que el gobierno haga todo. Sólo unidos podremos hacer la diferencia.

Presidenta de la Comisión Especial de Lucha contra la Trata de Personas de la Cámara de Diputados