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Enrique Peña Nieto

Mayorías en el Congreso para un Estado eficaz



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    16 de marzo de 2010

    El Estado en un sistema democrático necesita de mayorías para ser eficaz. Sin mayorías, se pierde la capacidad de decidir y transformar, lo que termina por erosionar la capacidad para gobernar. Sin definiciones, el propio sistema democrático es vulnerado, ya que se vuelve incapaz de cumplir con las necesidades y expectativas de la población.

    México ha vivido más de una década sin grandes reformas porque nuestro sistema institucional dificulta la construcción de mayorías. Hoy, el Estado mexicano es ineficaz porque no se ha transformado. En este año del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, debemos sumar voluntades para crear los cimientos de un Estado eficaz, donde la población disfrute en la práctica de los derechos fundamentales que establece la Constitución y el país crezca a su verdadero potencial económico. El primer paso para lograr este objetivo es impulsar una reforma política que ayude a generar mayorías parlamentarias.

    Existen ya tres propuestas concretas de reforma política. Todas hacen aportaciones valiosas y comparten algunos elementos. Sin embargo, en ninguna de ellas se ha trazado la formación de mayorías como objetivo principal. En la propuesta de reforma del Ejecutivo se habla de la segunda vuelta presidencial como un mecanismo para crear coaliciones y, por ende, mayorías. Sin embargo, como lo demuestra la experiencia de los países que cuentan con este sistema de elección, la segunda vuelta no ofrece ninguna garantía de que las coaliciones electorales se traduzcan después en mayorías para gobernar. Ni siquiera la concurrencia de la segunda vuelta presidencial con las elecciones legislativas asegura que una elevada votación para el Presidente se traduzca en mayorías legislativas para su partido.

    En la propuesta de los senadores del PRI se argumenta que la ratificación del gabinete presidencial ayudaría a formar mayorías. Sin embargo, al margen de otras ventajas que pudiera tener esta propuesta, tampoco es un mecanismo que garantice la formación de mayorías, ya que la aprobación de un funcionario por el Congreso no implica un respaldo posterior al programa de gobierno del Ejecutivo. La iniciativa de PRD, PT y Convergencia, que también aporta elementos importantes al debate, no considera ningún mecanismo para construir mayorías.

    La formación de mayorías se puede alcanzar con diversas fórmulas que han tenido poca resonancia en el debate. Una posible opción sería eliminar el límite de 8 puntos porcentuales a la sobrerrepresentación legislativa. Esta regla, creada en la reforma electoral de 1996, que tenía sentido en el contexto político de aquel entonces, se ha convertido en una “barrera institucional” para la formación de mayorías. Prácticamente todas las democracias cuentan con márgenes de sobrerrepresentación que, en muchas ocasiones, sirven para construir mayorías. Sin embargo, nuestro país tiene la particularidad de contar con un mecanismo constitucional para evitar la formación de mayorías; eliminarlo es una opción que hasta ahora ha estado ausente en el debate.

    Otra alternativa sería retomar la cláusula de gobernabilidad, que permitiría alcanzar la mayoría absoluta al partido que obtenga una mayoría relativa de 35% o más de la votación. En nuestro contexto democrático actual, los tres partidos grandes tienen la posibilidad de alcanzar este umbral de votación, así que esta regla no sería, como pudo haber sido en el pasado, inequitativa. Es particularmente importante que el Ejecutivo cuente con mayoría durante su primer trienio, ya que en la primera mitad de su mandato debe mostrar la efectividad de su programa de gobierno, el cual es juzgado por la ciudadanía en las elecciones intermedias. Por ello, la cláusula de gobernabilidad sería particularmente útil en las elecciones concurrentes para Presidente de la República y el Congreso de la Unión.

    Otra alternativa, como lo han planteado diversas voces, sería la desaparición de legisladores plurinominales. Esta reforma, sin duda, facilitaría la formación de mayorías, al favorecer la representación de los partidos grandes. Sin embargo, tendría el inconveniente de marginar a las minorías, que son valiosos segmentos de la sociedad mexicana. Para atenuar este problema, se pueden analizar opciones que disminuyan el número de congresistas plurinominales sin desaparecer por completo esta forma de representación.

    Finalmente, también se podrían explorar otras fórmulas para la integración de los legisladores plurinominales que, en combinación con los diputados uninominales y los senadores electos por entidad federativa, permitieran una integración de las Cámaras más favorable para alcanzar mayorías.

    Como es claro, existen diversas opciones para crear mayorías en el presidencialismo democrático de nuestro país; es fundamental que las incorporemos al debate. No podemos perder de vista que el principal reto de nuestro sistema político es formar mayorías para gobernar. Mayorías para construir las reformas que nos permitan tener un Estado eficaz que lleve al país a crecer a su verdadero potencial y garantice, en la práctica, todos los derechos a todos los mexicanos.

    Gobernador del Estado de México



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