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María Teresa Priego

“Los estamos esperando”… ¿dónde?

Tabasqueña. Feminista (tendencia retro) Estudió Letras en la Universidad de Monterrey. Diplomado en Historia del Arte en Roma. Maestría en E ...

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    25 de julio de 2009

    “En su lógica primaria no estaba enfrentar al Estado, (ahora) lo están haciendo directamente y, señores: los estamos esperando; métanse con la autoridad y no con los ciudadanos. Es la invitación que les hacemos”: Gómez Mont. Frase temeraria. Valiente. Se colocó a él mismo en la línea del tiro de gracia. También a miles de personas que conforman los grupos policiacos. Será ¿útil? Retarlos es ubicarse frente a ellos con el pecho descubierto. La “guerra” es desigual. Por un lado, las fuerzas supuestas a representar y salvaguardar el estado de derecho (con apego a la ley); por el otro, una organización criminal que se plantea como estadito alternativo —¿un feudo?— al tú por tú con las autoridades, sin el más mínimo apego a la ley y dispuesta a estallar los límites a la menor provocación. En cualquier comandancia. En cualquier esquina.

    ¿Por qué respondió así el secretario? ¿Tiene consejeros especializados en “ciencias de la conducta”? ¿Lo asesoran expertos en conductas criminales? Serían útiles. Prever horizontes y consecuencias. Le respondieron que el narco “no se combate con palabras”. Las palabras no están excluidas, transmiten una postura. Ni excluyen la lista de medidas indispensables en el combate al narco. Vías paralelas. Sólo que las autoridades deberían aplicar un meticuloso cuidado en radiografiar a su “interlocutor”. Y pronunciar las palabras adecuadas.

    La Familia escribe mucho. Tienen una “mística”, “valores” rastreables e identificables, que se acomodan con una esquizofrénica plasticidad a sus intereses de control de territorios. Rodrigo Esparza declaró que Rafael Cedeño coordinó cursos de “valores” para 9 mil personas. En el discurso “ético” de La Tuta y su “protección de la ciudadanía” pareciera que “ciudadano” es todo aquel que se le cuadra. Tomando como metáfora las palabras de Gómez Mont, a los narcos el Estado “los está esperando”. Cada vez más. Los ha “esperado” por décadas. En la miseria que aumenta. En la precariedad de millones de mexicanos. En la lucha por la supervivencia de comunidades olvidadas. Están los funcionarios que los protegen, los empresarios coludidos con ellos. Más la clase empresarial que el narco ha creado. Sobre todo el espacio “vacío” dejado por el Estado. El abandono. La falta de oportunidades. La impotencia. El desamparo. La rabia. De la canción de gesta al corrido a los narcos: los “héroes” se han transformado. El corrido habla de las desgarraduras, heridas, carencias, nombrando el “ideal” contrario. El que abrazan cada vez más jóvenes: en el lugar de la vulnerabilidad, de la humillación: el cuerno de chivo; ante el taco de frijol: los dólares. Ante el sentimiento de inexistencia: la promesa del “poder” y las “morritas” de sueño. Ante el sinsentido: la familia. También. La calle pavimentada. El drenaje. El empleo. La iglesia. La escuela.

    La Familia propone un discurso de “superación personal”. Pretende “cobijar” a los descobijados. Un ingreso. Sentido de pertenencia. Lo que el Estado les niega al excluirlos: “Tú para mí existes en tu calidad de ser humano”. Y miles de muchachos lo creen. Porque necesitan creer en un futuro. “Salvarse”. Una estrategia de reclutamiento y creación de lealtades eficaz. El Más Loco sabe que a una persona en estado de carencia es bueno ofrecerle lo que le falta. Y no sólo es dinero. El capo pareciera decir: “Vamos a crear inseguridad, terror, a desestabilizar al país, a destruirle las neuronas a quien consuma la droga, pero yo a ti te estoy salvando. Acá adentro —tú y los tuyos— están seguros. Nada más no te equivoques de padre”. La palabra capo tiene el mismo origen que la palabra cabeza. La familia decapita. No a todos. Probablemente a los “traidores” a la “mística” del gran padre. Interesante el reportaje de Alejandro Suverza en Nexos de enero. Antes de presentarse a la entrevista, El Más Loco le mandó una Biblia. Firmada por él. Le explicó: “La organización quería llegar a gente marginada, había abierto escuelas en los lugares más recónditos, proveía a los alumnos de útiles escolares y ‘refaccionaba’ a los campesinos para que prosiguieran sus labores en el campo”.

    Sí, el Estado mexicano los está “esperando”. Enrique del Val: “En 2008 casi 51 millones de mexicanos vivían en pobreza de lo que ahora llaman patrimonio, son los que no logran satisfacer sus necesidades vitales con el ingreso que obtienen. Peor es saber que cerca de 20 millones son pobres alimentarios, lo que significa que no tienen suficiente para comer aunque dediquen todo lo que obtienen a la compra de alimentos. La potencia económica mundial número 12 tiene a la quinta parte de su población muerta de hambre. Un dato escalofriante: los 50 millones de pobres de patrimonio tienen un ingreso promedio mensual de mil 905 pesos en las zonas urbanas y mil 282 pesos en las zonas rurales; los pobres alimentarios —casi 20 millones— en zonas urbanas perciben 949 pesos y en las rurales 707 pesos al mes”.

    Se suman los señalamientos de Edgardo Buscaglia. México firmó la Convención de Palermo y la de Mérida. Se comprometió a tomar medidas que aún no aplica. Implican rastreo patrimonial del narco, desmantelar las redes de lavado. Pero también prevención. La inclusión de las comunidades marginadas. “¿Cómo podemos permitir que México se haya convertido en el segundo país del planeta de trata de seres humanos y pornografía infantil? ¿Y cómo se va a combatir eso sólo con policías y soldados?” (EL UNIVERSAL).

    En cateos a casas de seguridad se encontraron libros de Eldredge, inspirador de El Más Loco: “Dios diseñó al hombre para arriesgarse. Mire los sueños y anhelos escritos en el corazón de todo muchacho: ser héroe, ser guerrero, vivir una vida de aventura y riesgo. Tristemente, la mayoría abandona esos sueños y anhelos, con la ayuda de un cristianismo que sólo lo presiona a ser ‘un buen chico’”. De excluido a “guerrero”. El Estado está “esperando” (¿qué, exactamente?). En la tierra de nadie. En el espacio vacío. El narco está buscando. Con su cobija infame. A los desesperados.

    Escritora



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