Opinion

En 2008 Keira Knightley se convirtió en el nuevo icono de belleza para los británicos, al resultar ganadora de una encuesta realizada por una cadena de cosméticos.

Quienes votaron por ella elogiaron su glamour despreocupado, su frescura y su juventud. Sin embargo, nadie es perfecto. Si se observa con atención, se comprobará que el rostro de la actriz de la saga Piratas del Caribe, no es del todo armónico.

Su mandíbula es más grande que su maxilar superior, condición que se acentúa por ser tan delgada.

Por si fuera poco, sus dientes inferiores están chuecos y encimados.

La doctora Susana Arroyo explica que a esta malformación de los huesos se le llama pseudo prognatismo. “Es una alteración del esqueleto que consiste en que el hueso del maxilar inferior está más crecido. En el caso de la actriz, también se nota que se detuvo el crecimiento del maxilar superior, por lo que su nariz se ve un poco sumida”.

La especialista explica que las personas que padecen pseudo prognatismo tienen un mentón prominente y, en casos severos, se dificulta la oclusión, es decir, no se tiene una mordida correcta.

Aunque esta alteración se puede apreciar fácilmente cuando el paciente está de frente, es mucho más clara cuando se encuentra de perfil.

La corrección de los huesos en estas condiciones es fácil cuando se detecta a temprana edad, aproximadamente a los tres años. “Se puede tratar con aparatos ortopédicos que dirijan correctamente el desarrollo de los huesos, uno de ellos es la máscara de protracción maxilar, con el que se puede conseguir un perfil recto”, señala la especialista.

Cuando la corrección se desea hacer años después sólo es posible conseguirla con cirugía. “Es una intervención muy delicada, que consiste en recortar el maxilar y luego fijarlo con unas placas, para inmovilizar los huesos durante varias semanas.

“Requiere de mucho reposo y se trata de un recuperación dolorosa; además, resulta costosa. Por eso, la mayoría de las personas que tienen este problema prefieren vivir así a tener que practicarse esta operación.

“El prognatismo es hereditario. Si algunos de los padres lo tiene, es muy probable que su hijo también lo desarrolle, de ahí la importancia de llevarlo al médico durante sus primeros años de vida”, enfatiza.

Respecto a los dientes chuecos inferiores de Keira, Arroyo señaló que los laterales están en mala posición y recargados sobre el central. “Eso se arregla con un tratamiento de ortodoncia, que puede durar de uno a dos años”, finalizó la especialista.