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Editorial EL UNIVERSAL

Diputados descansando

Inspiración en el interés público, responsabilidad, búsqueda de la verdad, de permanente justicia y del cumplimiento de los derechos humano ...





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    03 de julio de 2009

    Los diputados federales ya están desalojando sus oficinas en San Lázaro. No tienen la obligación de estar ahí porque la 60 Legislatura concluyó hace más de un mes y por tanto ya no pueden aprobar más leyes. Sin embargo, la representación de sus distritos ante los poderes federales supondría la necesidad de que mantengan esos espacios funcionales hasta el último día en que cobran su salario.

    En su informe oficial los diputados presumen “un tiempo acumulado de trabajo de 101 horas con 54 minutos”, dividido en 30 sesiones, un promedio de 3.4 horas por cada vez que se reunieron en pleno. Parece poco, pero en medio hubo trabajo de comisiones. Así trabajan las legislaturas en todo el mundo, periodos de trabajo en cámaras alternados con recesos. La diferencia es que en México ese tiempo de inactividad parlamentaria se traduce en días libres para los diputados,

    En Estados Unidos el congresista no pierde la oportunidad de escuchar y acercarse a sus representados, sencillamente porque gracias a la reelección es a ellos a quienes debe el puesto y no a sus dirigentes de partido. Si el esquema mexicano fuera el mismo, en lugar de vacaciones de tres meses los legisladores verían el momento para salir de sus oficinas y acercarse a sus votantes.

    En los últimos dos meses, a pesar de que siguen cobrando su sueldo de más de 157 mil pesos, los diputados no tienen la obligación de trabajar. No hay esperanza alguna de que le hagan el favor a la gente de visitarla y rendirle cuentas. Nada los obliga, emigrarán a un nuevo puesto y en eso tienen concentrada la atención.

    Sería mejor que no cobraran en este periodo, pero incluso si se les obligara a ello no solucionaría el problema de fondo: vacacionan porque los ciudadanos, sus empleadores, no tienen la capacidad ni de correrlos ni de ratificarlos en el cargo.



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