Sigue la tendencia

Macario Schettino se dedica al análisis de la realidad, en particular la de México, desde una perspectiva multidisciplinaria: social, políti ...
Más de Macario Schettino23 de abril de 2009
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Pemex publicó su reporte de operación del primer trimestre, confirmando una vez más la tendencia en la producción y exportación de petróleo
En los primeros tres meses de este año, la producción fue de 2.66 millones de barriles diarios (mbd), mientras que la exportación promedió 1.28 mbd. No contamos aún con los datos detallados por campo productivo, aunque se dice en el boletín de Pemex que el promedio de producción durante este primer trimestre en Cantarell fue de 787 mil barriles al día, mientras que Ku-Zaap-Maloob (KZM) alcanzó 797 mil. En este último campo, esto significa que en marzo se superó, por primera vez, el nivel de 800 mil barriles diarios, pero en el caso de Cantarell, la cifra no nos permite saber con certeza qué ocurrió.
Esto se debe a que las cifras no son muy claras (algo que se resolverá en un par de semanas, cuando se publiquen los datos detallados). Si por Cantarell Pemex se refiere a lo mismo de siempre, entonces hubo un repunte en producción muy interesante durante marzo en ese campo, que habría vuelto a producir más de 800 mil barriles al día, superando la producción de enero y febrero. Pero esto implica una caída igualmente importante en las regiones Marina Suroeste, Sur y Norte. O bien, en este boletín, al referirse a Cantarell se está pensando en toda la región Marina Noreste que no es KZM. Esta diferencia es importante sólo para saber cuál es la tendencia que sigue Cantarell. En el primer caso, estaríamos ante la posibilidad de que efectivamente este manto se estabilizara en una producción nada despreciable, y eso sería una buena noticia. Pero entonces habría que saber por qué las otras regiones, muy estables en el pasado reciente, ahora presentan una caída. Pero, como decíamos, esto lo sabremos muy pronto.
De momento, con la información nueva se mantiene la tendencia que traemos desde 2004, cuando Cantarell alcanzó su máxima producción. Vamos perdiendo cada año un poco: en 2005 la producción total se redujo en 50 mil barriles diarios contra el año anterior. Para 2006, la caída anual fue de 78 mil. En 2007, de 174 mil barriles diarios, y el año pasado alcanzamos una pérdida de 284 mil. La suma alcanza 584 mil barriles diarios, que ya no es poco. Y en este 2009, según se ve la tendencia, la pérdida será un poco menor a la del año pasado, pero todavía importante: 242 mil barriles menos produciremos en este 2009, comparando con 2008. Cosa de 826 mil barriles menos al día comparando con 2004.
Si las cosas siguen como las espera Pemex en el resto de los campos, y la caída en Cantarell continúa como la hemos previsto en esta columna, también 2010 perderemos más de 200 mil barriles al día, pero ahí terminará la caída importante. A partir de 2011 la producción de petróleo de México se estabilizará, que dada la historia reciente es una buena noticia, pero lo hará en un nivel de 2.3 millones de barriles diarios, que no es nada buen dato.
El consumo interno de petróleo se mantiene en 1.4 mbd, y ahí seguirá hasta que la refinería que se va a empezar a construir empiece a trabajar, tal vez en 2015. En medio, el único cambio esperable es que la ampliación de Minatitlán por fin entre en servicio, con lo que la demanda interna alcanzará cosa de 1.5 mbd. No es gran diferencia, de cualquier forma. Ahora bien, considerando lo que producimos y lo que consumimos internamente, la exportación de petróleo se quedará entre 800 y 900 mil barriles al día. Una parte de esas exportaciones son, en realidad, petróleo que Pemex se vende a sí mismo para poderlo refinar en Deer Park, Texas, y después traerlo de regreso ya como gasolina. En el neto, las exportaciones de petróleo estarán entonces entre 600 y 700 mil barriles diarios a partir de mediados de 2010. En el futuro previsible, no habrá mayores cambios en esto.
Ahora bien, la gasolina que importamos no es sólo la que produce Pemex en su refinería tejana, porque con esa no alcanza. El resto se tiene que comprar en el mercado. Y aún la que Pemex trae tiene que pagarse al precio del mercado, porque la refinería mencionada es, en realidad, una alianza de PMI (filial de Pemex) con Shell. Estaremos importando cosa de 400 mil barriles diarios de gasolina en el futuro cercano, muy cercano, que tendremos que pagar con lo que produzcan los 800 mil barriles de petróleo que exportemos. Así, la diferencia de precio entre el petróleo y la gasolina se convierte en un elemento fundamental para saber exactamente cuál será la ganancia de las exportaciones. En el largo plazo, esta diferencia ronda 20%, de forma que importar 400 mil barriles de gasolina se paga exportando 500 mil barriles de petróleo. Quedan 300 mil barriles de exportación que realmente aportan dinero al país.
Ahora bien, el millón y medio de barriles diarios que consumimos en México también genera renta petrolera, y ahí va a seguir. Los ingresos del gobierno dependerán, en este caso, sólo del precio internacional del crudo y del tipo de cambio. A mayor precio, más renta, y a peso más devaluado, más recursos en pesos para el gobierno.
Pero, como quiera que hagamos las cuentas, lo que debe ser claro es que la gallina de los huevos de oro ha muerto, y aunque nos queda un negocio bastante bueno, ya no da para levantarse a las 12. México tiene la inmensa fortuna de tener garantizada la cobertura de la demanda interna de energía, pero ya no tiene el milagro de la abundancia. Ya no se puede derrochar.
Lo que esto significa no es una terrible crisis energética en México, sino sólo que será necesario un ajuste, fuerte, en las finanzas públicas, así como una corrección, igualmente fuerte, en las cuentas con el exterior. Lo que el petróleo ya no puede hacer es sustituir el pago de impuestos y la competitividad. Si nosotros no cubrimos las necesidades del Estado, ya no habrá petróleo para hacerlo. Y si no logramos generar nosotros las divisas para cubrir nuestra demanda, no habrá petróleo para regalarnos los dólares.
En el fondo, significa que tendremos que trabajar más y mejor, y pagar más impuestos. La verdad, para como hemos manejado este país, sigue siendo un milagro que no se acabe, y que todavía tengamos oportunidades. Es cierto que eso de tener que trabajar suena horrible, pero ni modo. Todavía hay cómo arreglar las cosas.


