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Susana Chacón

Hillary Clinton: la agenda

Es Investigadora de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac, Vicepresidenta Internacional del Club de Roma y Colaboradora d ...

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    25 de marzo de 2009

    Nos encontramos ante la primera visita a México de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. Mucho se ha dicho al respecto, pero poco se ha planteado en forma sustancial. Vecinos cercanos y actores distantes, pareciera ser que en estos últimos dos meses muchos sucesos han provocado percepciones equivocadas.

    Después del primer encuentro entre el presidente electo Barack Obama y el presidente de México, Felipe Calderón, el 12 de enero, hoy se requiere una agenda bilateral acertada. Sin duda la visita no responde a una dinámica estratégica de política exterior de EU. Muchas han sido las críticas que durante las últimas semanas han obligado a voltear la mirada hacia México: niveles de violencia, el tráfico de armas, el narcotráfico.

    Así como la visita de Clinton se enmarca en un ámbito de críticas a nuestro país por parte de sectores estratégicos estadounidenses, lo fundamental queda lejos de las mismas: es momento de construir una agenda bilateral específica. Aunque la relación es constante y los temas tradicionales mantienen su curso independientemente de los actores individuales, se presentan momentos de redefinición que debemos aprovechar. Este es uno y muy importante.

    Será el primer acercamiento formal en el que las custodias de la política exterior de ambos países, Clinton y Espinosa, se sienten a definir intereses comunes. Pareciera que los temas prioritarios serán de nuevo seguridad, comercio y migración. Tres elementos que constantemente se presentan en la historia de la relación y que, una vez más, serán los de mayor discusión. Otros serán considerados pero tangencialmente: la respuesta a la crisis financiera mundial y la reunión del G-20; el papel de México en la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: el tema de Haití; el problema del rescate bancario y el caso de Banamex; el problema de los transportistas. En fin, sin duda muchos son los puntos en los que deberíamos tejer bilateralmente. No obstante, el tiempo es corto y las prioridades son claras.

    Seguridad, comercio y migración serán el eje de la visita. El primero se situará en el punto más alto de la agenda. Preocupa a los vecinos una situación de mayor inestabilidad en su frontera sur, a México la necesidad de una reciprocidad en las medidas tomadas y en las responsabilidades asumidas. El problema es mutuo, compartido, y debe atacarse conjuntamente y responder a los intereses comunes. De ahí que sea necesaria la claridad en la agenda. No podemos desaprovechar este momento tan sólo a la espera de la postura de EU. Las prioridades mexicanas deben ponerse de antemano sobre la mesa.

    Muchos actores participan en el manejo del tema. De ahí que se requiera una fina coordinación entre todos para evitar errores de manejo bilateral. Estamos ante un escenario que requiere pasos acertados que reduzcan niveles de incertidumbre y de dificultad. No se puede detener el tráfico de armas del vecino del norte sin acciones coordinadas. Es difícil reducir el tráfico de drogas sin la reducción de consumo. Los niveles de violencia serán mitigados sólo si los aparatos gubernamentales y de seguridad, nacionales y bilaterales, actúan corresponsablemente.

    Así, con este primer tema en el tintero, el aspecto del comercio será también sustancial. Como miembros del TLCAN y del Acuerdo de Seguridad y Prosperidad, profundizar en los intereses comerciales comunes permitirá enfrentar las dificultades bilaterales y mejorar los resultados no sólo para estos dos países, sino igualmente con Canadá. De ahí que en este aspecto de la visita la postura de México será igualmente inminente.

    Finalmente el tema migración será tocado pero con menor énfasis. Se hablará de aspectos como el número de migrantes y la reducción de las remesas. Pero tendrá un acercamiento distinto una vez que se resuelva parte sustancial de la crisis financiera que vive EU.

    El análisis de la visita se debe observar frente a un hecho inédito. El próximo mes vendrá también el presidente Obama. Será el primer país latinoamericano que visite. Mensaje claro: México es parte de la agenda y de las preocupaciones de EU. Sin embargo, es una visita que sucede en un momento en el que no hay embajador de la administración demócrata para nuestro país. En este escenario, a nosotros corresponde enfocar nuestros intereses para proyectar la agenda bilateral de los siguientes años. En una relación interdependiente, definir la reciprocidad, las equivalencias y las contingencias será una tarea obligada.

    Directora de Investigación y Desarrollo del ITESM, Campus Santa Fe



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