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Emilio Rabasa Gamboa

Saldos y perspectivas políticas

Inspiración en el interés público, responsabilidad, búsqueda de la verdad, de permanente justicia y del cumplimiento de los derechos humano ...





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    27 de diciembre de 2007

    Año de luces y sombras, 2007, que está por concluir, nos deja un sabor agridulce en el gusto político. Saldos positivos que se acompañan de grandes faltantes y enormes errores. Es el año del despegue del gobierno del presidente Felipe Calderón marcado en parte por la resaca que le dejó el de Vicente Fox. Es el año de una nueva Legislatura que supo parlamentar pero no siempre concretar acuerdos. Es el año de un Poder Judicial también con brillos y sombras. Año de partidocracia extendida. Un año sin grandes rupturas pero también con momentos irritantes.

    El hecho más sorprendente fue la capacidad del sistema político para absorber la crisis postelectoral y generar importantes rendimientos legislativos. Seis años atrás, Fox inició su gobierno con un bono democrático; contó con la estabilidad económica que le heredó el presidente Zedillo y paz social. Ninguno de los seis presidentes entrantes anteriores tuvieron una pista de despegue tan firme, con cielos despejados y vientos a favor.

    El presidente Calderón, por el contrario, tomó vuelo en medio de una tormenta, con cielos nublados y vientos huracanados. Tal parecía que nada políticamente relevante se podría lograr. Pero al contrario de la ineptitud del gobierno foxista, una auténtica ingeniería política sentó en una misma mesa a los coordinadores de los partidos políticos en ambas cámaras y salió la ley del ISSSTE, la reforma electoral, la fiscal y casi la judicial. No es poca cosa la cosecha. Año de luces.

    Pero no todos quedaron contentos. Más de 100 mil personas demandaron amparo contra la nueva legislación del ISSSTE. Los medios de comunicación social increparon a los senadores por la nueva reglamentación electoral sobre spots y uso comercial del tiempo al aire. Salvo los tres grandes, los partidos están contrariados por el tema de las coaliciones. Un amplio sector de la izquierda piensa que la reforma fiscal sólo aumenta la pobreza sin mejorar la distribución del ingreso. La reforma judicial logró unanimidad en torno a los juicios orales, no así para la parte del MP y la policía judicial que finalmente rechazó y regresó el Senado. Éste tardó más de un año en llenar la vacante del Consejo de la Judicatura Federal, en tanto que la Cámara de Diputados violó la Constitución al no designar al triunvirato de consejeros del IFE en el plazo perentorio de 30 días establecido en el artículo 4 transitorio de la reforma constitucional electoral. Año de sombras.

    La Suprema Corte demostró de qué “cuero están hechas sus correas” (ministro Sergio Aguirre) con la resolución de inconstitucionalidad de importantes disposiciones de la llamada ley Televisa, pero en el ejercicio de una absurda facultad investigadora (artículo 97 constitucional que debe suprimirse o bien reglamentarse), por simple mayoría desestimó que se hubiesen cometido graves violaciones a las garantías de Lydia Cacho por parte del gobernador Mario Marín. El ministro presidente Guillermo Ortiz Mayagoitia debió precisar en su informe anual que la investigación no exoneraba al gobernador poblano. Año de luces y sombras.

    En el sistema de partidos los extremos radicales parecen cancelarse hacia un centro estable y electoralmente redituable. Germán Martínez recupera al PAN para el presidente Calderón, después de un año de oposición “amiga” y finalmente cancela a la extrema derecha de Espino. En 14 procesos comiciales durante 2007, el PRI recupera espacios a nivel municipal, de congresos locales (31 posiciones más de las 250 que tenía) y gubernaturas (Yucatán) para conservar 18 frente a ocho del PAN y seis del PRD. Salvo en el caso de Baja California parece que el PRI aprendió la lección de que no sólo requiere mantenerse en el centro del espectro político sino también evitar cuadros en posiciones de dirigencia (Elba Esther Gordillo) o candidaturas (Madrazo y Hank) socialmente cuestionadas. En el PRD, al cierre del año, Nueva Izquierda logra espacios dentro del mismo partido y en el Congreso frente al radicalismo anclado de AMLO. Año más de luces que de sombras.

    Del lado de las perspectivas políticas dos hecho sobresalen por su alcance nacional: la designación de los nuevos consejeros del IFE en febrero que no debe estar sujeta a los intereses partidarios. Pero no aprendemos del pasado y el mecanismo para los nombramientos que deja en el arreglo de las cúpulas partidistas la solución final, repite el proceso selectivo de Ugalde y compañía en el fondo y la forma: buscar el control del árbitro para asegurar el resultado electoral en 2012.

    El otro es la elección del dirigente del PRD en marzo. Sin duda después de la toma de protesta del presidente Felipe Calderón en San Lázaro, este es el hecho de mayor repercusión en la vida política nacional. Jesús Ortega o Alejandro Encinas (AMLO). La izquierda democrática, racional, tolerante. o el mesianismo irredento del movimientalismo autoritario. Eso es lo que se juega en el ya próximo 2008. ¡Feliz Año Nuevo!

    Director del Departamento de Derecho del ITESM-CCM



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