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Editorial de EL UNIVERSAL

Plan México o Plan EU

Inspiración en el interés público, responsabilidad, búsqueda de la verdad, de permanente justicia y del cumplimiento de los derechos humano ...





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    09 de agosto de 2007

    La prensa estadounidense, que lo mismo publica primicias históricas que lanza globos sonda para medir las reacciones de la opinión pública, interna y externa, ha manejado varias veces ya la inminencia de un “Plan México”, similar al que Washington impulsó en Colombia, para combatir conjuntamente el tráfico de drogas. Se impone que los mexicanos sepamos de qué se trata el asunto y sus alcances para la soberanía nacional.

    Ningún país solo puede enfrentarse al narcotráfico, que requiere la acción concertada, los recursos, el intercambio de información de inteligencia, la represión del contrabando de armas y del lavado de dinero en todas las naciones del mundo.

    No hay, pues, que desgarrarse las vestiduras si se habla de cooperación. The Washington Post hasta pone fecha y sitio al posible acuerdo: el próximo lunes 20, en Quebec, durante el encuentro entre los presidentes Calderón y Bush y el primer ministro canadiense Stephen Harper.

    Sin embargo, lo que para los estadounidenses es ley, el derecho del pueblo a saber, está ausente entre gobernados y gobernantes en México.

    En este caso, el Departamento de Estado ya confirmó que se discute un paquete de ayuda, sin adelantar precisiones. Aquí, la Secretaría de Relaciones Exteriores habla escuetamente de cooperación, eludiendo precisar si es o no el tal Plan México, como se ha publicado ya varias veces, y el Senado de la República, que por imperativo constitucional debe sancionar ese tipo de acuerdos, no parece darse por enterado.

    Insistimos, la idea de la cooperación es buena, pero a condición de que sus términos sean ampliamente conocidos, debatidos y aceptados en función de intereses mutuos.

    La resistencia a una réplica exacta del Plan Colombia en México se explicaría porque se han reconocido ya sus limitaciones, como hizo en visita a México el jefe de la Policía Nacional colombiana, general Oscar Naranjo.

    En primer lugar, 75% de los 10 mil 500 millones de ayuda para los siete años del plan han sido aportados por Colombia. Buena parte del dinero terminó en Estados Unidos a cambio de helicópteros, aviones, radares, equipos y cursos de capacitación. En segundo lugar, los plantíos de coca que desaparecieron resurgieron en otras zonas, y peor, la presencia militar estadounidense y colombiana se mezcló de manera interesada con conflictos internos.

    Finalmente, lo que se consideraban beneficios secundarios, la capacitación militar y de policías, tuvo que presentarse como logro sustantivo.

    En México la necesidad de adecuar cualquier tipo de cooperación que se pretendiera es todavía más urgente, pues las drogas tradicionales, las que se cultivan, están siendo rápidamente sustituidas por las de diseño, las sintéticas. No es en las zonas rurales sino en las ciudades donde se necesitaría presencia. ¿Marines en calles del país?

    Lo que sí sería deseable es un Plan EU. En marzo pasado, en Mérida, cuando se reunieron los presidentes Calderón y Bush, éste dijo atinadamente que había que seguir la ruta del dinero, combatir el lavado, mucho del cual llega a territorio estadounidense.

    Además de aclarar si hay y en qué consisitiría el tal Plan México, platiquemos en Quebec sobre el diseño de un Plan Reserva Federal EU.



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