Opinion

Por todos los rincones de la patria se escuchan los reclamos de justicia. Desde el norte llegan los clamores y los sollozos que arranca el sufrimiento por tantas mujeres muertas. En el sur y en el centro del país, y desde los otros puntos cardinales, también la injusticia hace brotar de las gargantas, alaridos de dolor que moverían estatuas, pero que no logran siquiera hacer que el mal gobierno se fije en ello.

Las respuestas a esos gritos son más golpes brutales (25 de noviembre en Oaxaca), más represión y algo como una sordera inaudita, pero que en realidad esconde planes siniestros para acabar con el descontento popular y para seguir haciendo cuanto de malo quieren y para seguir solapando "las maldades de otros" ( Oaxaca ) en donde se ha entronizado "la raza de los grandes asesinos"... pero... "no pasa nada", se siente que piensan mientras declaran con cínico desparpajo que lo pasado es del pasado y que no les corresponde enmendarlo.

Amnistía Internacional, altruista y benéfica organización que durante muchos años nos ha prestado su apoyo para salvar vidas, ha denunciado con firmeza los abusos del poder, las violaciones constantes a los derechos humanos y la carencia de voluntad política para enmendar las injusticias y para castigar a los culpables.

El actual gobierno y el pasado, ambos blanquiazules, y los muchos tricolores que les antecedieron, en sus etapas de mando cometieron crímenes de lesa humanidad que continúan impunes; y ministerios públicos y jueces, de ayer y de hoy, comparten ya con ellos la culpabilidad criminal en la que incurrieron... el pueblo entero lo sabe, aunque ellos en silencio con gesto de inocencia o en declaraciones vergonzosas se atrevan a decir "no pasa nada"...

Nuestra memoria nos lastima las almas. Son tan vívidos los recuerdos, están tan frescas las imágenes de los sufrimientos, que no podemos menos que llorar por lo que nos han hecho y entender en toda su criminal y cruel magnitud lo que han hecho a otros. Los rostros de nuestros desaparecidos están nítidos, en lo más persistente de nuestros recuerdos, junto a nuestra inclaudicable decisión de lucha.

Ellos, el mal gobierno, empezando por quien está en la cúspide del poder, no pueden ni siquiera transitar libremente por el territorio nacional, si no van custodiados por el verde olivo de los uniformes militares, mientras a distancia el gris desvaído de la PFP "controla" el descontento en los sitios a los que arribará el titular del Poder Ejecutivo federal, así se trate de bodas de amigos o de actos de índole diversa... y hasta de "inocentes" juegos de pelota, de "lucimiento fallido"... (¡Chanfle!).

Por si todo esto fuera poco, está la terrible represión a quienes emigran del sur, que leímos con horror, allá en el suriano Arriaga, en donde los elementos de la Policía y del Ejército arremetieron contra indefensos hermanos centroamericanos en acciones que nada tienen que envidiar a las odiosas y odiadas acciones de la border patrol de los alguna vez llamados (creo que irónicamente) "nuestros buenos vecinos"...

¡No somos delincuentes! -clamaban nuestros hermanos de Centroamérica- pero la brutalidad de las "fuerzas del orden" acallaba sus protestas... y ya conocemos los resultados, que de seguro serán del completo agrado de quienes dictan cátedra al actual gobierno. Pero, siempre hay un pero, mientras este pueblo noble y generoso, que es mi amado pueblo, tenga la inteligencia y la bondad que lo caracteriza; mientras se siga organizando para bien de todos; mientras entienda que somos más los que sufrimos que los que nos infieren dolor, ganaremos aunque no les guste... y algún día -no muy lejano- podremos afirmar apoyados en la verdad: no pasa nada.

Dirigente del Comité ¡Eureka!