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EDITORIAL DE EL UNIVERSAL

EU: el otro lado del narco

Inspiración en el interés público, responsabilidad, búsqueda de la verdad, de permanente justicia y del cumplimiento de los derechos humano ...





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    05 de enero de 2007

    El interés del gobierno de Estados Unidos en el rescate de dos ciudadanos, supuestamente "secuestrados" en México, permitió descubrir que la pareja estaba vinculada con el tráfico de drogas, y que éste era el caso de varios estadounidenses más, que no venían a nuestro país, como lo hacen miles de turistas, a disfrutar de ciudades, de playas o a retirarse tranquilamente, sino a hacer negocios fuera de la ley.

    La información de fuentes diplomáticas respecto al caso puede ser el hilo que deshaga la madeja de operaciones de narcotráfico internacional que lleva las drogas del sur del continente hasta el rico mercado de consumidores que existe al norte del río Bravo. Cualquiera que conozca la forma de operar de los mercados ilícitos sabe que es altamente improbable que los traficantes mexicanos no tengan una contraparte establecida en Estados Unidos.

    Está bien que los representantes del gobierno estadounidense sean celosos guardianes de la integridad de sus conciudadanos en el extranjero, y que el embajador Antonio Garza escriba una y otra carta recordándonos que hay espacios de nuestro país en los que se ha perdido el control del Estado, pero sin desconocer las responsabilidades que puedan tener en el crimen organizado sus propios paisanos.

    México está librando una batalla a la que se le ha dado una prioridad presupuestal y de atención presidencial inusitada para perseguir a los narcotraficantes en nuestro territorio sin que en Estados Unidos se vea la misma decisión. Es el típico "ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio". El combate al narcotráfico transnacional es una responsabilidad compartida, no es tarea de un solo país.

    Este criminal comercio, así como el de seres humanos, temas torales de la frontera compartida, podrían ser enfocados de una manera más eficiente y justa. Esperemos que ahora que los demócratas han asumido el control en ambas cámaras del Congreso estadounidense, algo que no ocurría desde la presidencia de William Clinton, y que han comenzado a operar los contrapesos del gobierno estadounidense, se perfile una relación más equilibrada.

    La señora Nancy Pelosi, demócrata de San Francisco, primera mujer en la historia que es elegida presidenta de la Cámara de Representantes, dijo ayer al asumir el cargo que "van a hacer historia, van a cambiar el rumbo del país". Pelosi votó en contra del muro dispuesto por el presidente George W. Bush en la frontera, defiende los derechos de los migrantes y condiciona las medidas de seguridad contra el terrorismo a que no se vulneren las libertades individuales.

    Coincidentemente, se encarga del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, que supervisa a 16 agencias de espionaje, el señor Silvestre Reyes, mexicano-estadounidense de El Paso, Texas, que fue director de la Patrulla Fronteriza y conoce al dedillo las complicaciones del tráfico de personas.

    Es el interés de ambos países impulsar el imperio de la ley. A los delincuentes hay que darles duro, pero juntos y coordinadamente, no con el ojo crítico listo para exigir al vecino más de lo que uno hace. Drogadictos y narcotraficantes hay en ambos lados de la frontera.



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    Editorial EL UNIVERSAL Un Hoy No Circula más justo


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