Opinion

En México, nos estamos acostumbrando a que aparezcan encuestas sobre la elección presidencial prácticamente cada semana. Hace poco, en aquella competencia histórica de 1988, por ejemplo, no se divulgaba ningún tipo de sondeos científicos que midieran las intenciones de voto. Hoy, en contraste, existen por lo menos nueve encuestas públicas que están tomándole el pulso a la contienda por la Presidencia. EL UNIVERSAL es uno de los medios que ha decidido encuestar cada mes a los votantes mexicanos. En esta nueva encuesta de marzo se demuestra un estancamiento con respecto a febrero.

Los resultados, una vez más, son una buena noticia para el candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, y una mala para Felipe Calderón y Roberto Madrazo, sobre todo si se toma en cuenta el momento crítico que viene donde los partidos tendrán que definir sus listas de candidatos para la Cámara de Diputados y el Senado del República.

En la encuesta de EL UNIVERSAL, levantada entre el 3 y el 6 de marzo, periodo en el que ya la opinión pública asentó el último escándalo del góber precioso, Andrés Manuel López Obrador aparece de nuevo en el primer lugar con 42% de las intenciones de voto de los votantes probables, un incremento de 3 puntos porcentuales con respecto a febrero. La intuición diría que este candidato va a la alza pero, para ser más correctos, hay que decir que está en el mismo nivel que hace un mes debido al margen de error de la encuesta que es de +/-3%.

En segundo lugar, a 10 puntos de distancia de AMLO, con 32% de las intenciones de voto, se encuentra Felipe Calderón, quien también, debido al margen de error, se puede considerar que está en el mismo nivel de febrero. Situación similar presenta la candidatura de Roberto Madrazo: en un mes no cambió nada, permanece en tercer lugar con 24% de las preferencias ciudadanas, a 8 puntos de Calderón y a 18 de AMLO.

A estas alturas de la contienda, y observando lo estancado que están las intenciones de voto, uno realmente se pregunta si hay la posibilidad de que el panista o el priísta alcancen al perredista. Si se toma en cuenta que faltan 110 días para la elección y que en el último mes se atraviesa la Copa Mundial de Futbol, la cual va a atraer todas las atenciones del electorado, pues realmente se ve complicado, aunque realizable, que Calderón pueda alcanzar.

No así Roberto Madrazo, quien tendría que hacer una verdadera hazaña histórica para súbitamente subir, rebasar a Calderón y luego a López Obrador. (Hay que reconocer, sin embargo, que de todas las encuestas que se publican la de EL UNIVERSAL es la que suele traer los porcentajes más bajos para Roberto Madrazo en votantes probables; otros sondeos lo posicionan con 28-30% de las intenciones de voto.) En cualquier caso, la realidad es que la campaña del priísta no crece y se encuentra detenida en tercer lugar.

Estos resultados llegan en mal momento para Madrazo, ya que en los próximos días tendrán que definirse las listas de los candidatos a diputados y senadores de su partido. El hecho de seguir inmóvil en las encuestas podría minar su posición dentro del PRI en la decisión de las dichosas listas. Otras fuerzas de este partido, como los gobernadores o líderes de sectores, podrían fortalecer sus posturas frente a un candidato que simplemente no levanta.

En cuanto a Felipe Calderón, la encuesta de EL UNIVERSAL demuestra uno de los problemas de su campaña: la gente no percibe que tenga propuestas. Por ejemplo, 15% de la población espontáneamente recuerda la oferta de López Obrador de ayudar a los ciudadanos de la tercera edad; 13% se acuerda que Madrazo promete combatir la inseguridad y sólo 6% dice que Calderón ofrece lo mismo. Estos resultados parecen lógicos en la medida en que el panista ha transmitido muchos spots publicitarios para insistir que él tiene las manos limpias. Recién ahora, en una nueva campaña mediática, se acuerda que la mayoría de los electores quieren que su próximo presidente resuelva problemas.

Por lo que toca a AMLO, la encuesta de EL UNIVERSAL de marzo señala que su fortaleza sigue fincada en la atracción que ha logrado en los votantes independientes, es decir, 48% de los ciudadanos que no se identifican con algún partido político. En este segmento, 40% dice que votaría por AMLO, 22% por Calderón y 14% por Madrazo. Para ganar la elección, el panista tiene que disputarle este grupo al perredista. Lo mismo el priísta, aunque su mala imagen, la cual se refleja en el porcentaje de votantes que nunca votaría por este candidato (42%), hace pensar que será muy difícil que Madrazo pueda realmente capturar votos más allá de los ciudadanos que hoy se identifican con el Partido Revolucionario Institucional.

EL UNIVERSAL en esta ocasión preguntó a la gente cuál sería su segunda opción de voto. Los porcentajes advierten lo que podría constituir el famoso voto útil en caso de que la elección finalmente se cerrara entre dos candidatos con un tercero sin posibilidades, tal como ocurrió en el 2000. Aunque hay que tener mucho cuidado con hacer análisis simplistas a estas alturas de la contienda, lo cierto es que los números indican que, para los votantes madracistas, su segunda opción de voto es en 23% para Calderón y en 20% para López Obrador. En el caso de los votantes calderonistas, la alternativa secundaria es de 35% para AMLO y de 10% para Madrazo. Habrá que seguir de cerca estos números indicativos en las siguientes encuestas para ver cómo puede irse desarrollando este asunto del voto útil, donde parte del electorado sufraga no por su mejor opción, sino por la menos peor.

La encuesta de EL UNIVERSAL fue levantada antes de las elecciones locales del estado de México. En este momento desconocemos si lo ocurrido ayer tendrá un impacto en las preferencias electorales de la contienda presidencial. Finalmente, las elecciones mexiquenses son la última antesala antes del 2 de julio donde los partidos miden sus fuerzas. Quizás este efecto se capture para la encuesta de abril, pero, por lo pronto, en la de marzo, los números siguen estancados, lo cual será motivo de alegría para algunos y de desesperación para otros.

leo.zuckermann@cide.edu