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Lo bueno, lo malo y lo feo de un hotel todo incluido

Redacción| El Universal
16:00Martes 04 de marzo de 2014

Albercas enormes. Algunos resorts cuentan con un área exclusiva para adultos. (Foto: Cortesía Barceló )

Te facilitan la vida, pero también pueden decepcionarte

VENTAJAS

Todo está pagado (o debería estarlo): alojamiento, comidas y bebidas y actividades dentro del hotel, así que no debes preocuparte por nada.

El paquete de todos estos servicios resulta, en casi todos los casos, mucho más económico que si se paga cada uno por separado.

Es ideal para familias con niños pequeños.

Si únicamente buscas unas vacaciones organizadas y tirarte en la playa, este tipo de alojamiento es para ti.

Este tipo de hoteles cuenta con instalaciones, servicios, comidas y actividades para toda la familia

La mayoría son enorme complejos que cuentan con más de cuatro restaurantes de especialidades, así que es difícil que te aburras de la cocina.

Muchos cuentan con zonas exclusivas para adultos (por si detestas las risitas y los llantos de los niños).

No es necesario salir del hotel, a menos que quieras explorar el destino.

Cuentan con entretenimiento  nocturno.

Se encuentran en la playa.

DESVENTAJAS

No es una buena opción para gente aventurera. Después de algunos días resulta bastante aburrido.

Prácticamente son ciudades, con cientos de habitaciones. Si piensas en relajarte y aislarte del mundo, estos hoteles no son para ti.

Si  te gusta la buena cocina puede ser que la comida de un all inclusive te decepcione. Investiga si alguno de sus restaurantes ha sido premiado o destaca por su tipo de cocina. El servicio tipo buffet se prepara para cientos o miles de personas. Muchos tienen buen sazón, pero no son sabores espectaculares y suelen ser repetitivos.

Casi todas las habitaciones son impersonales, una igual a la otra. Les falta calidez.

En gran parte de los resorts hay que solicitar carritos de golf para moverte de tu habitación a la playa, al gimnasio o para ir a algún restaurante.

Muchos no incluyen bebidas alcohólicas internacionales.

Si te gusta la soledad y la tranquilidad, considéralo dos veces antes de reservar unas vacaciones en un hotel todo incluido.

Los snacks en la playa son muy  insípidos (tacos, hamburguesas humedecidas, papas, el cebiche atascado de cátsup) y las cervezas están casi al tiempo y muy "aguadas".

Sí, has pagado todo, pero ¿qué tal que se te antoja cenar en algún restaurante del destino? Sería un desperdicio de dinero dejar  pasar la cena del hotel.

No siempre los alimentos y bebidas son de la mejor calidad.

A veces, algunos restaurantes tienen restricciones: debes reservar, solo puedes entrar una sola vez o  permanecen cerrados a determinadas horas del día. Así que para matar el hambre volverás a esa hamburguesa humedecida de la playa.

Las actividades fuera del hotel tienen un costo extra.

 

Con información de El Comercio/Perú/GDA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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