Es inevitable, el rostro de Richard Núñez se ilumina con una enorme sonrisa cuando imagina la participación del Cruz Azul en la Liguilla del Apertura 2006.

Sí, el pasado reciente de La Máquina sólo contiene páginas negras, llenas de tristeza y decepción, pero no el del uruguayo, quien aún recuerda con emoción lo realizado en la fase final del torneo anterior, ésa en la que el Pachuca se coronó -en gran parte- gracias a su labor.

Eso explica que no sea atrapado por el pesimismo o el escepticismo. Núñez ya fue campeón con los Tuzos y está convencido de que ahora puede serlo con los Cementeros, de que esta vez no habrá un bajón futbolístico en el momento determinante.

"Todo eso que ha pasado de jugadores que no han aparecido en la Liguilla, se da por circunstancias de los partidos que -de repente- te impiden jugar a tu nivel, pero hay hombres que te pueden dar esa ventaja y esperemos culminar todo en estas finales".

Richard ya sabe lo que es dar la vuelta olímpica, pero también está consciente de la magnitud que tendría hacerlo como celeste; por eso regresó al club, por eso fue el primer refuerzo de cara al actual torneo, por eso las esperanzas de miles de aficionados están cifradas en él.

"Desde el primer momento en el que regresé, lo que más quiero es conseguir el título con Cruz Azul", confiesa. "No por mí, sino por la institución, porque ya son muchos años de sufrimiento y, tanto a nivel de directiva como de afición, se merecen una alegría... Esperemos dársela ahora".

Y está seguro de conocer la fórmula para cumplir el sueño.

La experiencia con el Pachuca, que también fue líder general, le permitió darse cuenta de que la clave es no confiarse, no cometer errores, no creer que el ser puntero garantizará éxito en la Liguilla.

"Desmerecen un poco al rival y eso te lleva a cometer muchísimos errores, a que el contrario te termine eliminando", considera. "Cruz Azul no lo hará, buscará realizar lo mejor y seguir demostrando que queremos llegar al título".

Por lo pronto, lo mostrado durante los últimos seis partidos de la fase regular, en los que los pupilos de Isaac Mizrahi cosecharon 16 de las 18 unidades que disputaron, son el impulso para echar a andar los anhelos.

"Si hacemos las cosas de la manera como terminamos, va a ser muy difícil que Cruz Azul pierda", sentencia. "Podremos perder, pero no va a ser fácil para el rival. Eso sí, tampoco podemos pensar que somos invencibles, debemos pensar que el contrario también juega, estar al 100% los 180 minutos".

Eso fue básico para el Pachuca del Clausura 2006, de donde Núñez -asegura- no regresó cambiado, pero sí más consciente de la importancia que un campeonato tiene para un club que ha labrado gran parte de su historia con éxitos dentro de la cancha.