A los 24 años, la mayoría de los jóvenes se encuentran iniciando una carrera profesional; el ex campeón olímpico, Ian Thorpe, quien ayer anunció su retiro, ya va por su segunda, y aunque aún no sabe exactamente qué será, el simple hecho de hacer algo nuevo lo tiene emocionado.

"Mucha gente de mi edad no sabe lo que quiere hacer en la vida. Yo lo descifraré y ese proceso es emocionante", dijo la estrella australiana de la natación.

Ante el bombardeo de preguntas sobre la futura profesión de uno de los mejores nadadores de todos los tiempos, su entrenador Mitt Nelms, sugirió bromeando una carrera a la luna como astrounauta.

"No sé si encuentre un día algo que me llene tanto como la natación, pero tengo que pensar que así será", explicó Thorpe.

El australiano, de 24 años de edad, tendrá que comenzar de cero, pues en cuanto a su currículum se refiere, fuera de las albercas se encuentra en blanco.

"No he abierto un periódico en busca de algún trabajo para un ex nadador olímpico. Ellos no están buscando eso", dijo el australiano con una sonrisa. "No sé qué me traerá el futuro, pero sé que será bueno", agregó.

No sólo deberá adaptarse a un nuevo empleo, sino también a un nuevo salario que seguramente no cubrirá ni la mitad de lo que percibía por concepto de patrocinios, era la cara de Armani, Adidas y Omega, lo que le llegó a generar 9.45 millones de dólares al año.

"He llegado a aceptar que probablemente tendré una reducción de salario", dijo sonriendo.

La final del siglo

Independientemente de que jamás vuelva a percibir ese tipo de dinero, Thorpe se lleva al retiro memorias doradas, como el haber ganado la denominada "Carrera del Siglo" en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Nacido en Sydney el 12 de octubre en 1982, Thorpe vengó en agosto de 2004 en la capital griega la afrenta que había sufrido por parte de Van den Hoogenband cuatro años antes en su ciudad y en esta distancia, la suya.

En 200 metros libres en Atenas, la prueba de mayor expectación en natación en esos Juegos Olímpicos, Thorpe impuso su clase y su potencia a Van den Hoogenband, medalla de plata, y a Phelps, bronce en un estilo y una distancia que no eran los suyos.