El ganadero Sergio Hernández, quien envió una corrida del hierro de Rancho Seco con promedio de 504 kilogramos para que sea lidiada mañana por los matadores Humberto Flores, Leopoldo Casasola y Cristian Ortega en la Plaza México, expresó que la afición debe prepararse para una gran tarde de toros.

En esta ocasión, Hernández cambió el nombre de uno de sus astados. El número 158, de nombre Garapiñado y con 508 kilogramos de peso, originalmente saldría al ruedo con el nombre de un ave: Chupamirto.

Sin embargo, tras el salto que dio el toro Pajarito, de la ganadería de Cuatro Caminos, propiedad de los hijos de Hernández, el pasado 29 de enero, don Sergio decidió cambiarle el nombre al toro, pues espera que sus embestidas sean de dulce.

"Le iba a poner el nombre de un ave, pero dije: ´No vaya a ser que la gente se espante´", expresó el ganadero.

"El toro es primo hermano, o sea que son hijos de dos hermanas, o sea, la abuela es la misma. Dos hermanas tuvieron un hijo, uno fue Pajarito y el otro es este, o sea que estamos ilusionados en que el toro de buen juego y que no brinque", agregó.