Hasta su propia muerte habría comunicado Jacobo Zabludovsky si  en su poder hubiera estado. Y es que su oficio de reportero lo hacía vivir en la noticia 24 horas al día, mismas en las que se adentraba en diversos terrenos del periodismo, como el deporte, que aunque no dominaba con la precisión de un especialista, sí lo entusiasmaba por su carácter noticioso.

Zabludovsky amó la noticia y toda la cascada de información que se desprendía de algún acontecimiento que acentuara el día a día. Así,  llegó a entrevistar a atletas de élite que marcaron época en sus disciplinas y movieron  masas por verlos entrar en acción.

Con sus preguntas y su plática cálida desnudó a los ‘súper humanos’ y los trajo al mundo terrenal, como cuando en su programa  Contrapunto provocó que ‘El Santo’, se despojara de su máscara y revelara el rostro de Rodolfo Guzmán Huerta, ante el asombro de los aficionados al pancracio nacional.

Sentado uno a uno junto a ellos, Jacobo tuvo la oportunidad de charlar con Pelé, Muhammad Ali, Hugo Sánchez, Joaquín Capilla, Fernando Valenzuela y cuanto deportista  que viviera su mejor momento, sin dejar de lado toda la baraja taurina que los últimos 40 años nutrió la fiesta brava. 

En los últimos tres años de su vida el comunicador regresó a la escena deportiva junto con José Ramón Fernández y Heriberto Murrieta,  para dar  una perspectiva diferente de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el Mundial de Brasil 2014 y la pasada visita del Cosmos de Nueva York a Cuba, en la reapertura  de las relaciones de Estados Unidos con el país caribeño.

De ello, José Ramón Fernández recrea los pasajes que vivieron y  destaca el  acervo cultural  de Zabludovsky en cada aportación que hacía.

“Fuimos a los  Juegos Olímpicos de Londres, una ciudad que él admiraba, que quería por toda la cultura que tiene. Él fue contratado por la BBC de Londres para comentar los funerales de Winston Churchill (1965), estaba enamorado de Londres y de todas las capitales de Europa. Compartimos muchos momentos  y muchas anécdotas extraordinarias, de conocimientos  de comunicadores, de periodistas que como tales nos entendíamos perfecto con sólo una  mirada”, sostuvo José Ramón Fernández.

En la justa olímpica  de la capital inglesa, Fernández recuerda que Zabludovsky admiró la forma de correr del jamaiquino Usain Bolt y la histórica medalla de oro que la Selección Mexicana de Futbol consiguió.

“En Londres visitó muchos lugares, vio natación, vio atletismo, ahí presenció la velocidad de Usain Bolt y a la Selección Mexicana y el oro que obtuvo, le encantó el mundo del olimpismo. En la Copa Confederación de Brasil se encontró con momentos álgidos, con manifestaciones que él conocía, pues las cubrió en su propio país.

“Me tocó convivir con un Jacobo más entregado a la libertad, reconocía  la fuerza que imponía el poder en la empresa que el trabajó”.

Por último, el periodista de ESPN  no dejó de valorar el legado de Jacobo Zabludovsky  como el de un maestro y un comunicador como ya no existen.