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RÍO DE JANEIRO.— ¡Pacto!, ¿cuál?, reprocha el director técnico de Estados Unidos, el alemán Jürgen Klinsmann. Ante las sospechas de un arreglo entre su equipo y el representativo teutón para avanzar a octavos de final, el seleccionador pone un claro ejemplo. Gracias a los “gringos” México está en la Copa del Mundo.

“Estados Unidos siempre da todo en cada partido. Si uno mira la historia, Estados Unidos siempre lucha hasta el final del partido. Si no, México no estaría aquí y nosotros tampoco estaríamos a punto de clasificarnos”, recuerda Klinsmann.

Precisamente gracias a que los estadounidenses reaccionaron y vencieron a Panamá, en la última jornada del hexagonal de la Concacaf, el tricolor clasificó a Brasil 2014, cuando había caído a manos de Costa Rica.

Ahora Estados Unidos podría “negociar” con Alemania. El empate acomodaría a ambos, pero Klinsmann respeta el deportivismo promovido por nuestros vecinos del norte. Ni siquiera la amistad que guarda con Joachim Löw le ayuda a cambiar de idea.

“Eso no va a pasar. Joachim hará su trabajo y yo haré el mío. Cada uno intentará hacer lo que tiene que hacer para llegar a octavos de final. No hay tiempo para llamar a los amigos, hay rematar el objetivo de la clasificación”, asegura.

“Quiero ganar porque no creo que estemos hechos para los empates, a menos que suceda lo de Portugal, que permitimos un gol en el último segundo. Vamos a luchar por la victoria contra Alemania. Eso es lo que queremos, después veremos como sale”, fomenta Klinsmann, resuelto a hacer historia en Brasil a costa de su país.