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América no tiene escapatoria. Con la espalda contra la pared y la espada de la eliminación enfrente requiere ganar sí o sí para mantener la ilusión de obtener el título 12 en su historia.

Además de pesarle la ‘Maldición del Superlíder’ (algo que no concretan desde hace 26 años, cuando en la temporada 1987-88 probaron la gloria como punteros del certamen) se topan frente a un rival que sabe cómo echar al mejor posicionado en la tabla, hecho que le recetó al Veracruz en el Apertura 2004 —cuando consumaron el bicampeonato— y dos veces a Cruz Azul (en el Invierno 1998 y el Apertura 2010).

Curiosamente, una de las asignaturas pendientes en la era de Antonio Mohamed ha sido la falta de triunfos en clásicos. En el semestre pasado únicamente le ganaron a las Chivas (0-4 en el Omnilife), al tiempo que cayeron 1-3, en el Azteca, frente a Pumas, y 1-2 ante Cruz Azul.

Peor tantito, en este torneo, el estratega argentino no ha ganado ningún clásico y su equipo se fue en cero en los cuatro choques disputados.

“Tuvimos la suerte de tener buenos partidos contra el América [ambos ganados por Pumas, en fase regular y la ida de cuartos de final], pero queda el más importante de la temporada”, alerta el mediocampista auriazul, Martín Romagnoli.

El otro defecto americanista, bajo la dirección técnica del ‘Turco’, ha sido la imposibilidad de trascender en la Liguilla. En el primer campeonato como azulcrema, vio caer a sus Águilas en cuartos de final contra el Santos Laguna, en el pasado Clausura 2014.

Ahora podrían quedarse en la misma ronda si hoy los Pumas sacan provecho al gol de visitante en el Azteca. “No nos vamos a meter atrás”, adelanta Romagnoli. “Vamos a presionar y estar encima del rival”.

Los traumas asfixian al 11 crema, que puede caer ante la ‘Maldición del Superlíder’.