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MONTECARLO.— El piloto mexicano Sergio Pérez fue dado de alta del hospital Hospital Princesa Gracia de Mónaco tras dos días hospitalizado por un percance sufrido en las calificaciones del Gran Premio del Principado.

Checo confesó tener algunas molestias en la pierna, pero se declaró listo para competir en la próxima carrera en la ciudad de Montreal, Canadá.

“Me siento bien. Tengo un poco de dolor en mi pierna y en mi cuello, pero esto viene de los músculos y no es nada por qué preocuparse. El domingo todavía me sentía un poco mareado, pero eso es todo. Gracias a Dios estoy sano y estoy deseando estar pronto de vuelta en el auto”, apuntó el piloto de Sauber.

Pérez va a pasar un par de días más en el Principado para volver a revisiones médicas antes de viajar y prepararse de cara el Gran Premio de Canadá.

“Mi familia también ha estado conmigo. Quiero dar las gracias a todos por los mensajes que he recibido. Estoy muy agradecido por todo el apoyo, aunque sentí pena por no haber respondido todos los mensajes. Había tantos y mi teléfono rápidamente se quedó sin batería”, comentó el mexicano.

Del percance dijo que muy probablemente se debió a que se salió de la línea o por haber frenado de golpe. Descartó un error de sus mecánicos, aunque reconoció que no recuerda a detalle su accidente a la salida del puete del cir cuito callejero, pues perdió el conocimiento por el contacto sufrido.

“Recuerdo que empecé la Q3 y también recuerdo algo del accidente, pero me faltan algunos recuerdos de lo que pasó después del primer impacto y el proceso de rescate. No sé realmente lo que causó el accidente”, detalló el mexicano, a quien se le diagnosticó una conmoción cerebral.

Pérez abandonó el centro hospitalario, situado en la parte alta de Montecarlo, pocos minutos antes del mediodía hora local, acompañado de su padre, madre y hermana. Dio sus primeros pasos desde el sábado.

“Me han dicho que haga un poco de recuperación y ya, que tome las cosas con calma, que no me esfuerce mucho, paso a paso, pero que no hay ningún problema, que me tome dos días aquí y que luego, haga lo que quiera”, afirmó un sereno piloto.

El mexicano asume los riesgos de un piloto de Fórmula Uno. “Es mi trabajo, lo di todo en la pista, se va tan al límite en estos niveles que puede pasar en cualquier momento. Así soy, lo doy todo y así seguiré, dándolo todo, arriesgando todo”.

Pérez ya vio el sábado rodeado de amigos la final de la Liga de Campeones de futbol que el Barcelona ganó al Manchester United de Javier Chicharito Hernández, nacido también en la ciudad de Guadalajara.

El padre de Checo, Antonio Pérez, agradecidó las muestras de apoyo “de todas partes del mundo” y en especial la llamada del presidente de México, Felipe Calderón.

“Es una bendición de nuestro Señor, ahorita en este momento no se puede arriesgar más, hay que cuidar todos los detalles”, dijo Pérez padre.

Por la evalución y el semblante del mexicano, se espera esté recuperado para la carrera del 12 de junio.