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PARÍS.— El tenis femenino llega a los octavos de final de Roland Garros descabezado como nunca antes en la era abierta al caer de forma sorpresiva la danesa Caroline Wozniacki, actual número uno del mundo.

“Sin dudas esta no es la superficie que más me gusta”, argumentó Wozniacki tras caer 1-6 y 3-6 en tercera ronda ante la eslovaca Daniela Hantuchova.

“Pero ella jugó muy bien, mucho mejor que yo, sin duda”, añadió la danesa, que sigue sin haber ganado un torneo de Grand Slam en su carrera.

La derrota de Wozniacki se suma a la sufrida el jueves por la belga Kim Clijsters, número dos del mundo, en segunda ronda. Es la primera vez en la era del tenis abierto, iniciada en 1968, que la número uno y dos del mundo fracasan en su intento de llegar a la cuarta ronda en Roland Garros.

En 1971 tampoco llegaron ni la uno ni la dos a octavos, pero en aquel entonces se jugaba con un cuadro de 64 tenistas, por lo que los octavos de final eran la tercera ronda, la instancia en la que cayó ayer Wozniacki.

La danesa recibió con molestia la pregunta de si al tenis femenino le falta el peso y la categoría del masculino, donde sería impensable ver al número uno y dos del mundo fuera antes de octavos de final en un Grand Slam.

“Me hacen tantas preguntas acerca de la profundidad del juego en el tenis femenino. Que si merezco ser la número uno... Ya sé que todos ustedes tienen que escribir una historia, pero el tenis es un deporte en el que sólo uno puede ganar. No hay empates”, comentó la número uno femenil.

En contraste a la participación de Wozniacki, la argentina Gisela Dulko sorprendió al dejar fuera a la australiana Samantha Stosur, raqueta seis del planeta, por 6-4, 1-6 y 6-3.

Dulko se planteó no disputar el Grand Slam de París para ver nacer a sus sobrinos Myla y Teo. La argentina se define como una persona “muy apegada a la familia”.

Por eso, al terminar el encuentro e igualar su mejor resultado en el certamen de París, desplegó una toalla en la que podía leerse: “Para Myla y Teo. Valió la pena. Los amo”.

Anoche, cuando llegaran las buenas noticias desde una sala de parto al otro lado del Atlántico y las fotos de sus nuevos sobrinos, Dulko estuvo pensando en cómo tener un gesto hacia su familia y se le ocurrió la idea de mostrar un cartel dedicándoles la victoria.

“No quería que ninguna jugadora me viera. Me puse en el baño, escribiendo encima del inodoro”, comentó una sonriente tenista argentina.

En otros resultados del día, la italiana Francesca Schiavone, campeona defensora y quinta cabeza de serie, venció a la china Peng Shuai por 6-3, 1-2 y retiro, mientras que la serbia Jelena Jankovic, décima cabeza de serie, derrotó por 6-2 y 6-2 a la estadounidense Bethanie Mattek-Sands.

La francesa Marion Bartoli derrotó a la alemana Julia Goerges por 3-6, 6-2 y 6-4 y la rusa Svetlana Kuznetsova venció a la canadiense Rebecca Marino.