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Las antiguas salas de cine están desapareciendo poco a poco, casi en la sombra, ante la casi nula nostalgia de los espectadores asiduos, desde hace tiempo, a los complejos cinematográficos de la era digital.

El artista español Carles Asensio (1979) no fue inmune a la desaparición de la sala de su ciudad natal, Sain Celoni, en Barcelona, e hizo el cortometraje Cinema Mundial 1957-2007, un registro poético no sólo de un espacio, sino sobre todo de un oficio en extinción y del cine analógico.

La cinta, adquirida por la Colección Permanente del MoMA de Nueva York, y el corto Los espectadores, eco de la primera, forman parte de la primera exposición El lugar del cine, sesión doble que presenta la Galería Distrito 14, fundada en Monterrey por Lorena Junco y Silvia, y que cuenta ahora con una sede en el DF, en Córdoba 25, en la colonia Roma.

La video-instalación del artista, en colaboración con Clara Macías, que inicia con la pieza Norma G, consta de cuatro carteles intervenidos por lo los propietarios. Son unos afiches encontrados en un mercado de la ciudad de México que pertenecían a un gran coleccionista de cine, fueron rotos por su hija cuando descubrió que su padre fallecido era homosexual.

Y continúa con la sala de proyección de los cortometrajes. Asensio sostiene que la exposición, que permanecerá hasta el 20 de octubre, está relacionada con el impacto del cine en las sociedades y en los individuos.