ana.pinon@eluniversal.com.mx

La investigadora y musicóloga Bárbara Pérez Ruiz siguió el rastro de Antonio de Salazar, un compositor, nacido probablemente en España, que fue maestro de capilla en las catedrales de Puebla (1678-1688) y México (1688-1715), y encontró que sus obras, que suman cerca de 120, están dispersas en diversos archivos y colecciones, como en las catedrales de Puebla, México, Oaxaca, Durango, el Conservatorio de las Rosas de Morelia, el Museo Nacional del Virreinato, la Colección Sánchez Garza (CENIDIM) y en la catedral de Guatemala.

Pérez Ruiz, quien también es músico y toca el continuo y el órgano, descubrió que la obra de De Salazar es, en su mayoría, inédita y prácticamente desconocida. Con el interés de recrear los sonidos antiguos y revivir el testimonio de la música de una época, se unió al grupo Proyecto AREA, cuyo objetivo es interpretar y difundir el repertorio de música antigua para ensamble, y así darle vida a sus hallazgos.

Proyecto AREA, integrado por Nadia Ortega Petterson, soprano; Alicia Ayala Bolado, mezzosoprano; Germán Lobos Mendoza, tenor; Rafael Sánchez Guevara, viola da gamba; Eloy Cruz, guitarra barroca y tiorba; Josafath Larios Vitela, percusión histórica; Ethel González Horta, dirección musical, y Pérez Ruiz, presentarán el próximo 1 y 2 de septiembre, a las 19:00 y 13:30 horas, respectivamente, en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico, el programa titulado “Al festejo, Señores. Antonio de Salazar y sus contemporáneos”.

“Beatriz Pérez empezó a investigar al compositor y quiso recrear con un grupo las partituras sobre las que estaba trabajando, así empezamos a montar los motetes y villancicos que presentaremos en el concierto. Con base en lo que ella iba descubriendo, nosotros vimos la necesidad de hacer una interpretación específica, sobre todo en los villancicos”, explica en entrevista la cantante Alicia Ayala.

El programa, dijo, está enfocado en el corpus de motetes (música religiosa, composición polifónica a partir de una texto latino) compuesto por De Salazar, cuatro de ellos dedicados al tiempo litúrgico de la Pasión y otros tres para diversas festividades del santoral. A este corpus se suman tres villancicos a dos voces y acompañamiento; además, una selección de villancicos de autores contemporáneos a Salazar que estuvieron vinculados a su magisterio en la capilla de la Catedral de Puebla y la Ciudad de México.

“Gracias a las investigaciones de los musicólogos cada vez tenemos más información sobre la música antigua, quizá no sabemos mucho sobre las técnicas vocales, pero al conocer el contexto de la época, podemos hacer una aproximación. El trabajo de Bárbara Pérez es la que soporta la interpretación que hacemos”, dice Rafael Sánchez.

El músico añade que el proyecto AREA surgió hace cinco años con el objetivo de interpretar la música antigua con un compromiso profundo de interpretación, con sustento musicológico histórico, pero con una perspectiva contemporánea y fresca.

“Todas las piezas de este espectáculos son religiosas, lo interesante es que podemos escuchar lo que significaba una pieza dedicada a Dios en esa época; los villancicos, por ejemplo, si bien hablan de la Pasión, tienen un carácter festivo y amoroso”, explica.