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Investigador mexicano recibe hoy el Premio Príncipe de Asturias

Renata Sánchez| El Universal
Viernes 21 de octubre de 2011
Investigador mexicano recibe hoy el Premio Prncipe de Asturias

CIENTÍFICO. El profesor de la Universidad de California compartirá el galardón con el estadounidense Joseph Altman y el italiano Giacomo Rizzolatti. (Foto: J.L. CEREIJIDO EFE )

Arturo Álvarez-Buylla descubrió el proceso en el que se originan nuevas neuronas a partir de células troncales

victoria.sanchez@eluniversal.com.mx

Durante su juventud destacó como alumno por su creatividad, entusiasmo e interés por el conocimiento. Su capacidad inventiva lo ayudó a resolver problemas de recursos y materiales en sus primeras investigaciones, cuando estudiaba en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

Hoy, después de poco más de 20 años, el científico mexicano Arturo Álvarez-Buylla recibirá el Premio Príncipe de Asturias en Investigación Científica y Técnica 2011, por su hallazgo experimental, por primera vez, de la neurogénesis en los adultos; el proceso en el que se originan a partir de células troncales nuevas neuronas.

El premio, dotado con 50 mil euros, una escultura de Miró y una insignia, será compartido con el estadounidense Joseph Altman y el italiano Giacomo Rizzolatti, éste último descubridor de las neuronas espejo.

“Es considerado uno de los primeros que demostraron que en el sistema nervioso central, en el cerebro, hay todavía células capaces de formar otras, como ocurre en los embriones. Porque el dogma, antes de él y los otros dos investigadores, era que ya no se podían recuperar las neuronas con la edad. Arturo fue el segundo, pues demostró la hipótesis teórica de Altman con muchos experimentos”, dijo a EL UNIVERSAL, el doctor Horacio Merchant, quien fuera mentor del mexicano, en su tesis de licenciatura.

Siempre con espíritu inventivo

A decir de su profesor, el hoy galardonado siempre destacó por su interés e inventiva. “Ha sido uno de mis mejores alumnos, es muy entusiasta, creativo. Trabajamos juntos en mi laboratorio. La biología del desarrollo era el área que más le gustaba; estuvo un poco en contra del programa, porque sólo podían estar un año en la licenciatura, pero cuando llegó estuvo dos años y todavía se quedó seis meses más, siempre me dijo que su interés era el sistema nervioso.

“Aunque no teníamos muchos recursos, él se las ingeniaba. Incluso tengo equipo qué él fabricó en el laboratorio, era bastante talentoso para armar equipo. Recuerdo una ultracentrífuga que hizo adaptando un taladro, la cual sirve para separar células. Otra cosa que hicimos fue un aparato para hacer microcine para filmar a las células directamente en cultivo y ver cómo migraban de un lugar a otro, adaptando una cámara de cine”, dijo el también profesor emérito de la UNAM.

Su entrega lo llevó a publicar, aún como estudiante, dos artículos en revistas internacionales. El primero como colaborador de Merchant en Differentiation en 1985 y el segundo, un año después, en Experimental Cell Research, donde él fue el primer autor.

El entonces alumno se transformó en colaborador y después en investigador titular cuando migró a Estados Unidos para poder especializarse en la Universidad Rockefeller.

“Se ha mantenido mucho en comunicación conmigo, estando allá publicamos otro artículo; ahí ya me convertí en su colaborador. Hasta la fecha, siempre dice que soy su maestro”, dijo el doctor en biología celular y profesor desde hace 50 años.

Sobre el descubrimiento

Álvarez-Buylla utilizó métodos inmunocitoquímicos, microscopía óptica y electrónica para describir que en la zona sub-ventricular se da la neurogénesis, la formación de nuevas neuronas. A partir de una subpoblación de células gliales se originan nuevas neuronas que migran en cadena hasta el bulbo olfativo en la adultez.

“Las células pueden abundar en un lugar y migrar a otro para hacer otra función, los tejidos se están continuamente regenerando en todos los sitios donde hay desgaste. Proliferan, migran y se diferencian, eso aprendió conmigo estudiando embriones con un doctor argentino”, comentó el profesor Horacio Merchant.

Actualmente, Arturo Álvarez-Buylla es investigador y profesor de Anatomía y Neurocirugía en la Universidad de California-San Francisco. Sus principales campos de trabajo son la neurogénesis del cerebro de los mamíferos adultos, el ensamblaje del cerebro, los tumores cerebrales y su curación; así como la ontogenia y la filogenia del comportamiento.

Nuevas investigaciones

En la entrevista con EL UNIVERSAL cuando fue designado ganador, Álvarez-Buylla dijo que estudiaba el modo en que colocar una neurona en otra parte del cerebro donde no había, ayudaría a la plasticidad de éste.

“Encontramos la forma de introducir nuevas neuronas en circuitos donde normalmente no hay nuevas células, y ver cómo éstas pueden contribuir a la plasticidad funcional de estos circuitos”. Una de las incógnitas que ahora busca resolver en su laboratorio es cómo se producen los distintos tipos de células nerviosas.

“Hablamos en general de neuronas, como si fueran un solo tipo de célula, pero el cerebro está compuesto de muchos tipos de neuronas; la combinación de ellas hace que el sistema nervioso funcione como funciona”. La ciencia, dijo, aún tiene mucho que hacer para entender realmente cómo funciona el cerebro.

“Lo que nosotros hemos hecho -y que ahora es reconocido con el Príncipe de Asturias-, es sólo un paso de los muchos que debemos dar para entender esa maravilla: el cerebro”, comentó el investigador mexicano.



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