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Federico Gama recuerda que de niño, en Tacubaya, se quedaba en una esquina identificando a todos los que pasaban: al ladrón, al agente secreto, a la chica de Tepito, a los que llegaban de comunidades rurales. Ese mirar y reconocer fue definitivo para que se convirtiera en fotógrafo documental.

Una muestra con 51 fotografías de 13 de las series que ha creado, todas ellas sobre la juventud, forma parte del proyecto que inicia hoy la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) “Que veinte años no es nada, o… ¿lo son todo? Juventud y diversidad”.

La exposición no sólo propone una mirada a la identidad, vestimentas e hibridez de las culturas urbanas juveniles en el DF, sino que traza diálogos a lo largo del tiempo, revisa cómo ha cambiado la noción de juventud y cómo una forma de vestir representa a veces la identidad y en otras el ocultamiento.

Hay, por ejemplo, dos imágenes de dos jóvenes que podrían ser llamados cholos, con una bandana en la cabeza, como paliacate, y que llevan en su indumentaria imágenes de la virgen de Guadalupe, sin embargo, ambos personajes, espacial, temporal y culturalmente están muy distantes entre sí.

“Vemos a un preso de Islas Marías, un cholo, que en Estados Unidos es una forma de resistencia cultural, que con su ropa muestra que se siente orgulloso de su origen mexicano y trabajador. Luego, en Tacubaya un joven se viste igual, pero en realidad lo que quiere es esconder su origen indígena y albañil. La misma imagen dice cosas totalmente distintas”, comenta el fotógrafo.

Decirse joven

Al empezar, Gama no se propuso trabajar fotografía documental acerca de la juventud, pero un día se dio cuenta de que buena parte de las series apuntaban a mostrar ese sector de la sociedad. Hace más de 20 años los retrata.

La exposición que presenta en la UCSJ reúne imágenes de la series Movimiento 86, Rock en español, Islas Marías, Historias en la piel, Grafitti, Cholos a la Neza, el Carnaval del Peñón, 12D, Mazahuacholoskatopunk, Jóvenes en el Espejo y Súper G.

“Los temas que me interesan son la identidad, la vestimenta como forma de expresión y las migraciones culturales. Sin darme cuenta hice escenas autobiográficas de lo que viví de joven en Tacubaya. Ese espacio donde nací y crecí me nutrió de imágenes”, explica Federico Gama.

Una de las series más cercanas que ha creado, y que incluso dio pie a un libro, es Mazahuacholoskatopunk, el retrato de los jóvenes que actualmente vienen de comunidades indígenas y rurales, se asientan en Tacubaya, y trabajan como albañiles en la ciudad. Ese fenómeno se ha dado desde hace muchas décadas, pero en los últimos años, los jóvenes viven un proceso diferente que pasa por apropiarse de vestimentas como una forma de expresión e identidad.

“Mis temas son urbanos. Mazahuacholoskatopunk es un nombre que inventé, ellos no tienen un concepto de lo que son, mezclan cosas. Lo importante ahí es la idea que ellos tienen de la discriminación y cómo le dan una solución urbana a esto, un punk es lo más alejado de un indígena. Ellos son una cultura en tránsito, vienen a las construcciones, van de una a otra, y luego regresan a sus pueblos, son de los alrededores del DF. Escogí para trabajar a los mazahua, que en el pasado tenían en Tacubaya su entrada a la ciudad. Su idea de juventud es muy distinta, por ejemplo entre los 13 y los 17 vienen a trabajar, este es casi un ritual de iniciación, tienen su dinero, pueden decidir, no viven con sus padres, hacen cosas que no harían en sus pueblos, cosas que no haría el joven de la ciudad de México”.

Gama (Ciudad de México, 1963) estudió periodismo y desde 1988 es fotógrafo documental. Ha presentado más de 20 muestras individuales, participado en colectivas, publicado libros e impartido cursos y conferencias de su trabajo. Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

-¿Qué une y qué diferencia a los jóvenes de ayer y de hoy?

- Son muy distintos los de ahora, creo que hay una diversidad mucho más amplia de las identidades juveniles, teníamos menos espacios en los 70 y 80, había muchas necesidades de manifestación política, social, cultural. Ahora luchan por otras cosas. Nuestra visión del mundo era más local, a pesar de que había un movimiento rock amplio, por ejemplo Los Panchitos era algo muy localizado. Hay elementos que son constantes en la vestimenta, pero la idea que tienen de sí mismos ha cambiado.

“El tatuaje sigue siendo una marca de identidad, pero antes era un estigma y ahora una forma de expresión. . Una de las características de los jóvenes es la hibridación y quien mejor la representa son los Mazahuacholoskatopunk”.

La exposición Que veinte años no es nada se inaugura hoy a las 19 horas en el Foro R-38, de la Universidad del Claustro de Sor Juana, San Jerónimo 24, Centro Histórico. Una hora antes, Gama dará una charla testimonial con el público. La muestra estará abierta hasta el 31 de mayo.