Una investigación con extractos de plantas medicinales y culinarias probó que éstos tienen un potencial bioplaguicida, reportaron las maestras Ofelia Grajales y María Elena Quintana, especialistas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán.

Tras varias pruebas in vitro e in vivo, concluyeron que con esos extractos se pueden erradicar algunos insectos y especies arvenses (maleza) en cultivos de hortalizas y de flores.

“Nuestro trabajo consiste en estudiar el efecto bioplaguicida de extractos de algunas plantas medicinales y probar que pueden servir como sustitutos de plaguicidas químicos, los cuales están ocasionando un gran daño en el ambiente y el subsuelo”, indica Grajales.

Las académicas del Laboratorio de Bioquímica y Fisiología Vegetal de la FES Cuautitlán aprovecharon los extractos de té limón, manzanilla, tejocote, toloache, tabaco y sábila, y, en otro momento, de santamaría, ajo, cebolla, rábano y varias especies de chile, para aplicarlos en cultivos de rosales, claveles, cempasúchil y crisantemos.

También los emplearon, con la obtención de resultados positivos, en cultivos de frijol y de hortalizas.

El efecto biocida del extracto del chile habanero para controlar el caracol sobre el nopal fue positivo; y el del extracto de té limón como bioherbicida en la semilla de alpistillo (una mala hierba que disminuye el rendimiento de cultivos básicos) no tuvo duda.

“Recientemente, extractos de tabaco e higuerilla se probaron in vivo con éxito para erradicar el pulgón, insecto polífago ampliamente conocido entre floricultores y fruticultores”, dice Quintana.

Generalmente, el pulgón aparece en plantas de ornato, pero también representa un serio problema para muchas señoras cuyos hijos pequeños o cuyas mascotas acostumbran jugar en el jardín de la casa.

“Nuestros extractos son, en cierta forma, una opción sana para controlar esa plaga y no exponer a los menores o a las mascotas a los productos químicos, altamente tóxicos” agrega.

Sin riesgos para la salud

Debido a que algunos extractos solamente muestran el llamado efecto repelente sobre algunos insectos plaga, otra vertiente de la investigación universitaria ha sido aislar insectos como la mosquita blanca y el pulgón, que infectan a rosales, para ensayar si en realidad es un efecto biocida. Los resultados han sido alentadores.

Las académicas universitarias, que aún no han incursionado en la producción a gran escala ni en la comercialización, ahora experimentarán con una mezcla de extractos que podría aplicarse a plantas e insectos, con lo cual aumentaría considerablemente la producción de flores, por ejemplo.

“En el caso específico del rosal, la plaga se aloja en los tejidos suaves y jóvenes de la planta y al apoderarse de esas zonas impide el crecimiento del botón. Obviamente, la producción de rosas merma. Puede abrir la flor, pero sus pétalos se necrosan y su calidad disminuye. De manera que si se aplica este producto, se reduce la presencia de la plaga. Así, la flor tiene mayor rendimiento tanto en número como en tamaño”, explica María Elena Quintana.

Cabe destacar que los bioplaguicidas no representan ningún riesgo para la salud, es decir que no son tóxicos, y sus costos son menores que los tienen los productos agroquímicos.

La fase inicial del proyecto consistió en clasificar las plantas, conocer sus propiedades y obtener algunos extractos. Ahora, las académicas de la FES Cuautitlán están evaluando todos los extractos y conociendo sus efectos sobre la plaga in vivo, a fin de determinar su espectro de acción.

Otro de sus propósitos es difundir -mediante cursos-talleres en zonas de producción florística, como Xochimilco, en el Distrito Federal- los resultados de su investigación.

“Queremos que se tenga una idea más clara de cómo se obtiene un extracto de planta. Queremos difundir entre la población, incluso con juegos didácticos, la técnica para ello, así como conocimientos de bioquímica y fisiología vegetal”, comenta Grajales.

En el proceso de obtención de extractos de plantas medicinales y culinarias participaron alumnos de las asignaturas de bioquímica y fisiología vegetal de la FES Cuautitlán , elaborando protocolos en el laboratorio.

“Como parte de un sistema de movilidad de alumnos establecido por esta facultad, un estudiante de la Universidad de la Cañada, Oaxaca, participó también en la investigación. Y pudimos ensayar in vivo el efecto biocida de extractos de tabaco e higuerilla sobre el pulgón. Esto fue de gran ayuda tanto para él como para nosotras”, concluye Grajales. (Rafael López)