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El mundo visto por fotógrafos ciegos

Yanet Aguilar Sosa| El Universal
Sábado 12 de junio de 2010
El Centro de la Imagen abre su temporada de exposiciones, entre ellas una colectiva con 15 artistas invidentes

yanet.aguilar@eluniversal.com.mx

Sólo hay ceguera detrás de esa cámara fotográfica que registra el mundo desde donde capturan la realidad que no ven, o acaso intuyen. Son las miradas ciegas o débiles de fotógrafos que protagonizan la exposición La mirada invisible, una colectiva internacional encabezada por Evgen Bavcar, el artista ciego más conocido a nivel mundial, del que México organizó hace diez años una gran muestra.

Los hombres y mujeres de Estados Unidos, Escocia, Eslovenia, Francia y México incluidos en esta muestra que se exhibe en el Centro de la Imagen, comparten la carencia del sentido de la vista, pero a cambio han desarrollado una habilidad para capturar el mundo que apenas vislumbran, porque son débiles visuales o son ciegos.

Su acercamiento con el arte de la luz y las sombras no es reciente. Aunque algunos lo usan para ganarse la vida con imágenes “muy simples”, con las que convencen a paseantes para tomarse “la foto del recuerdo”, la mayoría son autores de propuestas más elaboradas, activistas o documentalistas que, a través de la imagen, dan cuenta del mundo que dejaron de ver o que nunca vieron sino desde la ceguera.

 

Artistas desde la oscuridad

La muestra, que reúne 104 imágenes en distintos formatos y que ha sido curada por el fotógrafo estadounidense Douglas McCulloh, plantea que ni la fotografía ni la imagen son cuestiones que se puedan reducirse a lo ocular o a lo óptico. Lo sabe bien el curador y promotor de la exposición en México, Benjamín Mayer Foulkes, quien afirma que en la foto hay otros registros en juego.

“No sólo es lo óptico y lo ocular, está en juego la imagen, la memoria, la visualización, la palabra, el sonido, la escultura y muchas otras maneras de acceder a lo visual que normalmente olvidamos porque nosotros, por lo general, estamos muy seguros de nuestra propia vista, pero en realidad permanecemos ciegos a nuestra propia ceguera”, señala Mayer Foulkes.

El director fundador de 17 institutos de Estudios Críticos, y quien está dedicado al pensamiento contemporáneo y al psicoanálisis en cuestiones como lo irrepresentable, lo indecible, lo impensable desde la ceguera, afirma que los casos de estos fotógrafos son muy diversos y heterogéneos.

Hay algunos que son activistas a favor de los derechos de los discapacitados, otros son investigadores, académicos y filósofos; unos más producen su obra por una motivación personal y familiar porque producen imágenes muy grandes de sus seres queridos. Incluso hay fotógrafos ciegos que se dedican a tomar fotos en las calles para ganarse la vida; otros más perdieron la vista de adultos y unos cuantos tienen debilidad visual.

La diversidad determina el trabajo de Peter Eckert, Alice Wingwall, Ralph Baker, Henry Butler, Rosita McKenzie, Bruce Hall, Annie Hesse, Michael Richard, Kurt Weston, el colectivo Seeing with Photography, el mexicano Gerardo Nigenda y, por supuesto, Evgen Bavcar. Ellos son los 15 artistas a los que se enfrentará al espectador con su propia ceguera nunca reconocida.

 

Otras miradas del mundo

El también psicoanalista Benjamín Mayer Foulkes dice que la fotografía de ciegos es una confrontación porque enfrenta al vidente, fotógrafo o no, con dos cuestiones fuertes: la primera es su profunda ignorancia en el sentido de pensar que la imagen es sólo un hecho óptico sin memoria, palabra, espacialidad, arquitectura y concepto; y la segunda tiene que ver con la angustia que genera el ciego en general entre los videntes “quienes tienen una relación muy enfantasmatizada por su propia capacidad de ver”.

El también impulsor del noveno Coloquio “La mirada invisible” (paralelo a la exposición), que se realizará del 1 al 3 de julio con ocho conferencias magistrales, reconoce que se incluyen varios trabajos muy buenos como el de Peter Eckert, que él define como escultura con luz o fotoescultura.

“Lo que él hace es mantener abierto el obturador en la oscuridad y, con una linterna, pinta en el espacio logrando imágenes realmente extraordinarias; todo tiene que ver con que estudió un posgrado en escultura antes de quedarse ciego; pero en la colectiva también hay fotografías muy simples de un fotógrafo ciego que, desde los años 60, hace retratos en las calles de Nueva York por 10, 20 o 30 dolares; la suya es una obra que estéticamente no tiene una gran elaboración, creo que se incluye porque da cuenta de la curiosidad y el morbo que genera entre los videntes la figura del fotógrafo ciego”, señala Mayer.

Otras fotografías relevantes provienen del colectivo Seeing with Photography (Ver con la fotografía), de Nueva York, que propone una serie de retratos que llevan a un trabajo metafórico y mitológico. Sin olvidar las obras de Kurt Weston, un antiguo fotógrafo de moda que, al enfermarse de sida, se quedó ciego y hoy se dedica a fotografiar a personajes enfermos, estigmatizados rechazados; además está y el trabajo documental de Gerardo Nigenda.

“Este mexicano tiene un ribete poético: él sobre escribe las imágenes que captura con braille y con impresiones subjetivas que él tiene acerca de lo que fotografía; es lamentable que haya muerto hace un mes, no supo que su trabajo se va a conocer por todo el mundo, pero como asistió a la inauguración en California, sí pudo ver que su obra ocupa el cuerpo más grande de imágenes en la exposición y en el catálogo, se incluyen unas 15 de las 105 obras”, dice Mayer.

 



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