cinthya.sanchez@eluniversal.com.mx

Su abuela toma “blodiméris”. Su tía escribe “voliyos” en la lista del súper. Creció en Santa María la Ribera. Le da alergia hablar de usted. Le puso daditos de colores a su espejo del baño. Tuvo un novio JC. Es metalera y el día que intentó comprar boletos para Metálica la atropelló una chica guapa en un Beetle beige. Cada vez que ve el anuncio en Cinemex del papá pirata se enoja más y más y más. Estudió en Prepa 6 y en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Su libro favorito es la Guía Roji y el Larousse Ilustrado.

Es Tamara de Anda, en el mundo de los blogueros conocida como Plaqueta y todo lo anterior lo platica en su blog. Contando su vida se ha ganado a 360 mil lectores fieles y un millón de visitas a su blog en en los dos últimos años. Los comenzó a contar con Google Analitics cuando rebasaban los 20 mil en el 2007. Ahora 60 mil personas al mes saben que Plaqueta tiene gatos y una botita Dr. Marten morada que le costó 50 pesos —es sólo la del pie izquierdo—. Todos ellos están enterados de que a loa bloguera le gusta ir al Covadonga y que tiene tres mejores amigos desde la secundaria. Y ninguno ignora que las puntas de su pelo son de color rosa.

Le piden autógrafos en la calle. Hay otros blogs donde la mencionan, nada más por ejemplificar: una chica habla de que otras chicas en un microbús hablaban y criticaban a Plaqueta quesque por cobrar 3 mil 500 pesos por artículo gracias a que es una famosa bloguera o la historia de un fan que abre su blog con un cuaderno de hoja tamaño carta donde muestra un autógrafo de Plaqueta y lo presume orgulloso.

También le llegan regalos a su trabajo. Un día un fan le llevó una muñeca de ella; sí, así como las Bratz, pero con carita y cuerpo de Tamara. Es la bloguera mexicana más famosa. Hasta hace cinco años no sabía dónde pediría trabajo. Quién la conectaría en algún medio de comunicación. Pero ni valió la pena la angustia, pues nunca ha pedido trabajo, porque le ha llegado, así, al blog.

A través de éste le han ofrecido trabajos como creativa digital en la agencia de publicidad de Ogilvy, escribió en las revistas df por Travesías y Chilango. Ahora da consejos como doctora corazón para una revista de teenagers y es redactora de las guías de df por Travesías. El blog es como su carta de presentación. “Un curriculum que me ha abierto las puertas de la vida laboral”, dice Tamara.

¿Publicidad en la página?. Sí, se la han ofrecido por lo menos tres marcas. Le han propuesto que escriba una especie de “publipost”. Han querido que diga que lava los trastes con cierto jabón y que es fabuloso. O que cierta cámara digital toma muy buenas fotos. “Nunca he aceptado, total el trabajo me cae sólo con el blog, no quiero ser falsa, perdería toda la confianza”, dice Tamara.

Aunque es de las blogueras mexicanas más famosas, hay una buena oferta de espacios personales en la red, por lo menos 4.7 millones de blogueros, según la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), pues hasta el año pasado 20% de los internautas tenían un blog.

A la historia de Tamara la acompaña otra historia de éxito que nació en la Condesa. Es la de Eduardo Arcos, a quien le fue tan bien en el mundo de los blogs que ahora vive en Bélgica y maneja una empresa que se dedica a publicar blogs temáticos con vocación comercial, es decir que ayuda a empresas y usuarios a crear blogs con los que se pueda ganar dinero con publicidad.

Eduardo busca blogueros que propongan temas interesantes para la creación de nuevos blogs. Todos los blogueros son remunerados económicamente por su trabajo. Asegura que no hay censura, pues pueden escribir como quieran y sin ningún proceso o filtro editorial que limite sus pensamientos e ideas.

La empresa se llama Hipertextual, que después de cuatro años de trabajar con blogueros hoy ya cuenta con 16 blogs, dan empleo directo a 50 blogueros, varios de ellos mexicanos.

Así, algo que comenzó con un blog se convirtió en una empresa que aunque no se mueve en México sino en España y Bélgica, la idea básica sí salió de un departamento de la Condesa.

Todavía no hay una cifra significativa sobre cuantos blogueros mexicanos viven de sus blogs, pero estudios de Estados Unidos y España dan un aproximado: 2% de los entrevistados por la firma Technorati en el reporte State of the blogosphere 2008, dicen que sus blogs son su primer fuente de ingresos, mientras que 5% considera que es su trabajo de tiempo completo y 15% asegura que les genera cierto ingreso.

Lo que sí hay en México son más de 4 millones de mexicanos escribiendo y posteando cosas. Algunos tienen chispa para contar y son estrellas del blog, a otros apenas los lee su mamá, pero todos ellos tienen la necesidad de contarle algo al mundo, es la era en la que la gente escribe más y por lo menos éstos tienen la esperanza de que alguien encuentre en internet sus ideas y les mande un comentario, aunque sólo sea para criticar.