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Uno de sus primos murió en un accidente automovilístico provocado por un conductor ebrio. Eso aún le duele a Leonardo.

El estudiante de diseño no bebe ni fuma, conduce con precaución y ha encontrado en la creatividad una manera de canalizar el dolor.

A una señalización vial en forma de triángulo invertido le agregó una línea descendente para sugerir la figura de una copa. En el interior de la señal, en lugar de “Ceda el paso”, se puede leer “Ceda el vaso”.

Así de simple y contundente es el cartel con el que Leonardo Daniel Monterrubio, estudiante de Diseño y Comunicación Visual de la Universidad Justo Sierra obtuvo el primer lugar en la modalidad de cartel del concurso “Conduce en tus cinco”.

En la sala 2 de la Cineteca Nacional se llevó a cabo la premiación del certamen convocado por la Secretaría de Seguridad Pública y la compañía de seguros ING con la finalidad de crear conciencia entre los jóvenes sobre los riesgos que implica conducir después de ingerir bebidas alcohólicas.

El concurso, dirigidos a jóvenes de educación media superior y superior, tuvo dos modalidades: cortometraje y cartel, y cinco temas: conduce sin alcohol, sin celular, con cinturón, con calma y respetando.

Leonardo se enteró de la convocatoria a través de sus profesores. Le gusta el cartel. Define su estilo como muy simple y abstracto, directo al receptor.

“Retomé algo que es muy reiterativo para los automovilistas, la señal de ‘ceda el paso’. Fue la manera que encontré para decirles que no conduzcan borrachos porque tuve un primo que murió en un choque con un conductor alcoholizado.”

Más de 150 carteles y 41 cortometrajes respondieron a la convocatoria, entre estos últimos se encuentra el de Raúl Fernando Colín, estudiante de 18 años de la carrera de Diseño y Comunicación Visual, de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP).

Su cortometraje, titulado Así es esto, traslada la prevención al catastrófico a posteriori, materializado en una entrevista con un cuidador de un lote de carros chocados en Ciudad Azteca, que describe en tono pedagógico lo que tuvieron que pasar esos carros para llegar a su estado de chatarra.

Sangre seca, vidrios rotos, cofres doblados, se yuxtaponen en el montaje donde una voz en off alecciona: “Si estos carros hablaran, sería una película de terror.”

“Veníamos en el camión, mi amigo Daniel Melo y yo. Platicábamos sobre un lugar que está por Ciudad Azteca, donde hay carros destrozados y pensamos que sería una buena idea explicar las causas por las que esos carros llegan ahí.”

Eso pasó un sábado, el domingo realizaron el cortometraje. Toda la noche estuvieron editando. El personaje que cuenta la historia en realidad es un pintor que interpreta al encargado del sitio.

El trabajo fue grabado con una cámara Handycam. No es la primera vez que Leonardo y Daniel incursionan en el cine, ya antes habían hecho cortometrajes exhibidos en la ENAP.

En la actualidad ambos tienen un proyecto llamado “Un rancho en medio de la nada”, que busca registrar la melancolía en un apartado lugar del país. Están en busca de financiamiento para realizarlo.

Los trabajos ganadores serán exhibidos hasta el 28 de febrero de 2008 en diversas salas de cine y algunos espacios de radio y televisión, así como en el transporte público de las 16 delegaciones del Distrito Federal.