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Mural, 20 obras para tres siglos de teatro

Juan Solís| El Universal
Lunes 21 de agosto de 2006
El ciclo, organizado por la Compañía Nacional de Teatro, inicia el 31 de agosto; aunque se propone llevar a escena lo más representativo de las últimas centurias, hay ausencias fundamentales (Carballido, Leñero y Argüelles), por lo que especialistas cuestionan los criterios de selección

Que muestre la vitalidad del teatro mexicano y no lo obsoleto es lo que espera el investigador Rodolfo Obregón sobre Mural, ciclo organizado por la Compañía Nacional de Teatro (CNT) para ofrecer un panorama de la dramaturgia nacional en tres siglos, aunque sus alcances están lejos de cumplir con el ambicioso objetivo que se marcó.

Mural busca mostrar un panorama del quehacer teatral desde que México es independiente hasta la fecha, y sin embargo sólo cuenta con 20 obras. Se precia de abarcar "tres siglos de teatro mexicano" y excluye a figuras clave en el siglo XX, como Emilio Carballido, Vicente Leñero y Hugo Argüelles.

La falta de presupuesto es la principal causa por la que el ciclo se limitará a obras con pocos personajes y susceptibles de montarse en una de las seis cajas escenográficas que rodean una butaquería movible, diseñadas por Jorge Ballina e instaladas en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque.

Este 31 de agosto arranca Mural, cuya columna vertebral está integrada por ocho obras, cinco producidas por la CNT y tres en coproducción con la Universidad de Guadalajara, Argos y el Instituto de Cultura de Yucatán. Se invitó a participar a escuelas de teatro y grupos independientes.

José Caballero, director de la CNT, apuesta por la continuidad del ciclo en la futura administración para dar cabida a quienes no entraron en la primera selección (algunos de ellos autores sin los cuales el teatro nacional sería impensable).

"Es una selección que de ningún modo pretende agotar la dramaturgia mexicana", afirma Caballero, encargado junto con el coordinador nacional de teatro, Ignacio Escárcega, de escoger las piezas del ciclo.

En el programa hay obras representativas de los siglos XIX, XX y XXI. La idea fue abordar los temas recurrentes en estas centurias. Los criterios de elección se discutieron en sesiones con especialistas que en ningún momento adquirieron el carácter de comité de selección.

Con los dos funcionarios estuvieron en las sesiones Rodolfo Obregón, director del Centro de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), Eduardo Contreras Soto, director e investigador, Jaime Chabaud, director de la revista Paso de Gato y David Olguín, dramaturgo y editor de El Milagro.

Olguín, Chabaud y Obregón, aseguraron a esta sección desconocer la lista definitiva de obras. Por su parte, Jorge Ballina reiteró que hay obras que aún no están confirmadas.

Para Obregón "el teatro mexicano no cabe en ocho obras. No es un problema de cantidad, sino de calidad. Si vamos a decir una palabra nueva de Ibargüengoitia o Magaña entonces sí tiene sentido".

Obregón agrega que, como todo compendio, el de Mural es arbitrario. "El valor de esta selección es la confrontación con el repertorio mexicano. Me gusta que no se tome el canon oficial de la dramaturgia, que se cuestione y abra a autores como González Caballero, Juan Tovar u Óscar Liera".

Lo inédito austero

Para Caballero se trata de "cubrir una deuda que estará siempre abierta con la dramaturgia mexicana".

El primer paso para la selección fue la lectura detallada de cientos de obras. Luego de discusiones con los especialistas, Caballero y Escárcega eligieron las que integrarían en ciclo "de acuerdo con las condiciones presupuestales". Las temáticas constantes que encontraron fueron lo político social y los conflictos familiares.

Si bien hay un par de obras contemporáneas de Angelina Peláez y Ximena Escalante, destaca la ausencia de autores consagrados, aunque en el caso de Elena Garro se incluyen dos obras.

"No tenemos a Rafael Rodríguez Galván, José Peón Contreras, Manuel José Othón, Vicente Riva Palacio o Guillermo Prieto -añade Caballero-. También queda fuera Florencia y los gatos, de Elena Garro."

Tampoco está María Luisa Ocampo, y Caballero se quedó con las ganas de montar Los cuervos están de luto o El tejedor de milagros, de Argüelles; así como Antonia, de Rafael Bernal.

En esto tuvo que ver el factor económico, aunque también "los personajes de las obras. En el caso de Vicente Leñero pudimos haber producido una obra como La visita del ángel o Don Juan en Chapultepec, que tienen tres personajes. Sin embargo están en rangos de edad que, o no podemos cubrir bien, o son obras que se han puesto recientemente".

En el caso de Carballido, la CNT produjo hace un par de años Fotografía en la playa, en el marco del homenaje nacional por su 80 aniversario. Si bien no estará una obra suya en la selección de Mural, Caballero asegura que podría estrenarse en breve una de sus obras. Había un proyecto de hacer una coproducción, a través de la Coordinación Nacional de Teatro y el IVEC, de La Medusa.

Respecto de la elección de Estado de secreto, de Rodolfo Usigli, Caballero asegura que "es importante, en estos tiempos, ver cuáles son los puntos de vista de un dramaturgo tan importante sobre los procederes de una clase política que ya no existe del todo. Nos habla de los usos y costumbres, de los vicios de una clase política que ya no existe, y quizá nos advierte de los riesgos actuales."



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